13: Chrismast Tree - Kim Taehyung

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– Solo buscaré algo.

– ¡No, quédate conmigo! – exclamó sin intención de querer soltar su cintura. Su pequeño rió.

– ¡Ángel, déjame ir!

– ¿Qué me das a cambio? – preguntó saliendo de su escondite en el cuello de Yoongi. El pálido hizo una mueca de concentración.

– Muchos besos.

– Uhh, muy tentativo, pero no me convence.

– ¿Mi regalo?

– Depende.

– Un pastel– automáticamente SeokJin lo soltó. Yoongi rió por aquello. Le sacó la lengua– Interesado.

– Tengo prioridades qué cumplir. Entraré contigo.

– ¡Nop! Solo tengo que retirarlo, era mi sorpresa pero alguien la arruinó.

– Hagamos como si esto no hubiese sucedido. Entonces, ¿Qué hacemos en esta hermosa pastelería? – Rieron por la idiotez de SeokJin. Antes de que Yoongi pudiese empujar la puerta de vidrio, fue volteado rápidamente y sin previo aviso, unos labios esponjosos se unieron con los suyos.

SeokJin, sin dejar de sonreír unió sus labios con parsimonia. Sintiendo cómo Yoongi empuñaba su abrigo entre sus dedos, abriendo su boca y dejándole el paso a su lengua, quien se adentró con ligereza, lamiendo y explorando todo a su paso. Succionó, mordió y jaló su labio inferior antes de separarse. Sonriendo como campeón al ver el gran sonrojo y labios húmedos de su pequeño. Dejó uno, dos, tres, cuatro, ¡Cinco piquitos! Y no siguió haciéndolo porque Yoongi recordó que estaban en plena vía pública.

– Ve a buscar eso antes de que te coma aquí mismo.

– Eres un pervertido– regañó el menor. SeokJin rió, librando su cintura y encogiéndose de hombros con inocencia.

– Amas a este pervertido.

– Lamentablemente, lo hago. Espérame aquí.

Antes de cerrar la puerta, su copito rió al escucharlo gritar: "¡No te has ido y ya te extraño!" Negó divertido. SeokJin rió, viendo a su precioso copito desaparecer a los adentros de la pastelería. Observó el letrero, quizá consideraría volver a comprar otro postre algún día. Un estremecimiento se coló por su columna, los grados estaban descendiendo rápidamente y la nieve había comenzado a caer nuevamente, pero esta vez en mayor cantidad. Suspiró tratando de darle un poco de calor a sus manos casi congeladas.

No quería que su copito se resfriara, debía llevarlo a casa para poder mantenerlo en calor. Sonrió inconscientemente, diez años haciéndolo sonreír; llevaría a su esposo a casa, a la casa de ambos, a su hogar. Un hogar que pronto crecería, estaba ansioso de tener a su pequeña en casa. Quería jugar con ella, quería acurrucarla al dormir, enseñarle su habitación, prepararle de comer y enseñarle. Quería enseñarle tantas cosas, comprarle todo lo que quisiera... quería verla sonreír.

Pero por sobre todas esas cosas... quería, anhelaba, ansiaba que Dahyun... que ella lo llamara papá. Ante el simple pensamiento un burbujeo en su estómago y pecho se hicieron presente, y la sonrisa que lo ha acompañado todos los días se ensanchó. Mierda, estaba tan feliz.

Tan malditamente feliz de tener a ese chico a su lado, porque fue gracias a él que su vida tomó color, tomó brillo y tomó la dirección correcta. Quería llegar ya a casa y hacerle el amor, se moría por tenerlo y sentirlo contra sí. Piel con piel, nunca abandonando la suya.

Once Besos - Jinsu*/Completa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora