VI Último aliento

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1776

Charles palidecía con el pasar de las horas, había perdido mucha sangre y las probabilidades de morir eran altas. Los médicos habían hecho todo lo humanamente posible para salvarlo, el resto quedaba en manos de una ayuda divina, de un milagro.

El señor Xavier estaba furioso, no podía permitir que su hijo se muriera. En cambio, su esposa e hija eran un mar de lágrimas, sostenían sus pañuelos y se lamentaban por lo sucedido. ¿Y quién no se lamentaría? El joven heredero de los Xavier se encontraba en su lecho de muerte, eso era motivo suficiente para entristecerse.

Charles yacía en su cama, pues su padre se había negado a que siguiera en el hospital; las sabanas lo cubrían hasta el torso para evitar un poco la fiebre. Sus vendajes recién cambiados volvían a teñirse de rojo, y su madre y hermana no dejaban de llorar.

Fuera de la habitación estaban el señor Xavier y el mejor médico disponible en la ciudad. Ambos se mantenían callados, parecía que, al igual que todos en la mansión, esperaban el último aliento del joven. Luego sucedió.

El grito desgarrador de la madre de Charles confirmó el desenlace, Charles había muerto.

Actualidad

— Señor Lehnsherr, despierte.

La voz de la profesora surtió efecto, Erik abrió los ojos y se di cuenta de que se había quedado dormido en clase. Por fortuna, le sucedió casi al finalizar la clase, y todos sus compañeros ya se habían ido.

— Discúlpeme — dijo Erik sumamente avergonzado y tratando de guardar sus apuntes en la mochila.

— Lo pasaría por alto si fuese la primera vez, pero es la tercera vez en la semana en que sucede esto. ¿Se encuentra bien?

La respuesta definitiva era un NO. Erik no se encontraba bien, tenía pesadillas recurrentes que lo despertaban a mitad de la noche para no dejarlo dormir de nuevo, de día se sentía cansado por la falta de sueño; y para rematar, no se podía sacar de la cabeza la imagen de Charles.

— Estoy bien — mintió — No he podido dormir bien, es todo.

La respuesta no convenció del todo a la Profesora Madden, quién examinó el rostro de su alumno, y al ver las ojeras de Erik terminó por creerle.

— Los exámenes se acercan, trate de dormir lo suficiente.

— Lo haré — susurro Erik y salió rápidamente del salón de clases, y sin pensarlo mucho se dirigió velozmente a la biblioteca. Así es, iba en busca de aquel fantasma que había puesto en tela de juicio su cordura.

Sin embargo, se detuvo antes de ingresar a dicho edificio.

¿Qué diablos estoy haciendo? pensó y regresó por el mismo camino rumbo a la cafetería. Ahí se sentó y trató de pensar con claridad. Tal vez debía dejar de lado su pequeña aventura paranormal, quizás tenía que olvidar todo lo referente a Charles y concentrarse en sus estudios, tal vez...

¿Para qué lo intentaba? Cada que buscaba una razón lógica para olvidarse de lo sucedido, su mente lo hacía pensar en aquellos ojos azules. Era un círculo vicioso, como las personas que fuman a sabiendas de que es perjudicial para la salud, o las que encuentran placer en el dolor.

Erik intentó respirar profundo varias veces, eso le ayudaba últimamente a calmarse. Después, hizo lo que cualquier persona del siglo veintiuno haría cuando desconoce algo, buscar en internet. Y así pasó la tarde, leyendo blogs, viendo videos, y buscando información sobre sucesos paranormales. Algunas cosas le dieron miedo, y otras tantas no tenían sentido para él. Lo único que le quedó claro fue que debía hacer algo para que aquella alma errante pudiera descansar en paz; y con esa determinación decidió regresar a la biblioteca, dispuesto a encontrarse con Charles.



Hola, después de mucho tiempo subo una actualización de esta historia.

Espero les haya gustado y gracias por seguir aquí.

Más allá de esta vida CHERIKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora