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Courtney:

Cruzo el campus en dirección al salón, reconociendo a la figura que acompañe toda la tarde de ayer, llegó a su altura y se vuelve hacia mí.

Darell se detiene. —¿Hice algo ayer que nos volviera amigos o que te diera a entender que quiero una amistad contigo?

—Es mejor si nos llevamos bien, somos compañeros.

—Y no por eso debes seguirme a todos lados, es molesto.

—No te sigo, es nuestra clase.

Alza las cejas y yo río, los libros se le caen de las manos cuando un tercero se atreve a pasar por el medio de ambos.

No cualquier tercero.

Jackson.

—No lo arroje lo suficiente, una disculpa.

Arqueo una ceja. ¿Acaso tiene 10 años?

—¿Vas a recogerlo o debo obligarte?

Jackson sonrie y se vuelve hacia mí. —Tu amigo, Courtney.. es becado ¿No?

Cierro los labios y el continua, Jackson niega petulante y Darell lo sujeta de la camiseta acercándolo a su rostro.

Se quedan uno frente al otro y mi mirada va de Jackson a Darell.

Solo se miran y Darell lo termina soltando de golpe, con una amenaza en los ojos, pasa de largo sin mirarme y me quedo observando a Jackson.

—¿Que?

—¿Que fue eso?

—Mejor dime tu que ha sido eso que he visto ayer.

Arqueo una ceja y aguanto las ganas de burlarme. —¿Eres consciente que no tiene que ver contigo?

Aprieta la mandíbula y se me queda viendo, niego con la cabeza y lo rodeó, sin embargo, me toma del brazo y soy más rápida para zafarme de su agarre.

—Courtney. —Intenta detenerme con su tono.

—No. —Le respondo y vuelvo a negar ingresando al salón.




(***)




Veo al equipo de chicos entrenando en el campus, llevan corriendo seis vueltas sin descanso y bien traen camisetas sudada al cuerpo o no traen nada, Harry tiene una clase ahora mientras Dahlia y yo tenemos la hora libre y decidimos sentarnos en las áreas verdes debajo de un árbol, se supone que repasaríamos unos cursos juntas aprovechando esta hora, pero la sombra del viejo árbol solo nos llena de cansancio.

Dahlia se cubre los ojos con el cuaderno.

—¿Sabes qué mirar no es malo? —Menciono cuando se acerca el equipo en una nueva vuelta.

—No necesito mirar nada.

Reímos y la sonrisa se me borra cuando mis ojos se encuentran con los de Jackson, va sin camiseta y tiene la piel llena de sudor, así como la frente y el cabello húmedo.

No aparto la mirada y el sonríe, orgulloso de como se ve cuando mi expresión no ha cambiado y el desagrado que siento por el tampoco. Esta semana elegirían nuevos integrantes en el equipo y el ya está entrenando sin ser parte.

Más que una apuesta (#4 Amores Y Apuestas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora