Más que una apuesta (#4 Amores Y Apuestas)

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Courtney:

—¿Cómo te estás sintiendo? —Pregunto sonriendo a la abuela y escucho su risa suave al otro lado de la línea.

—Estoy bien, cariño. —Me responde calmada.

Sonrio despacio.

—Nos veremos en unos días, así que quiero verte totalmente recuperada. —Le ordenó . —¿Entendido?

—¿Y perderme que mi nieta me ayude a elegir un vestido?

Me río.

—Estudia mucho, Courtney. —Dice ahora. —Estudia mucho que sé que serás una gran conductora y ya me veo sentada frente al televisor, viendo a mi nieta dar las noticias mañanera con mi café con leche al lado.

Ella ama el café con lecho.

—Y sobre los chicos..

—Abuela, no hablemos de eso...—Le pido cubriéndome la cara.

—Sí, hay que hablarlo, tu madre dice...

Y mamá ya hizo ver su preocupación por Jackson cuando en realidad lo tengo todo controlado.

—Debes elegir al indicado.

—Eso lo sé bien, lo difícil es saber si lo es..

—El camino en el amor no es fácil, Courtney. —Me asegura. —Te romperán el corazón muchas veces... no siempre hay felicidad, pero mi niña, estoy segura que existe esa persona para ti.

—Dile que no se tarde en llegar.—Bromeo.—Ya me canse de esperarlo.

—Ni que fueras una vieja acabada como yo.

—¡Abuela!

—Sí, cariño.

—No digas eso.

Se ríe.

—Y gracias. —Hago una pausa y sigo. —Necesitaba oírte, gracias.

Me encanta oírla reír. —Y ahora no olvides seguir estudiando.

Sonrio y respondo que sí, y que también veremos mis notas juntas cruzando los dedos.

(***)

La semana se pasa lento para mí, entre estar encerrada con Dahlia estudiando y dar los exámenes, me concentro solo en eso y mantengo mis otros planes en pausa mientras trato de aprobar, también apenas y hay algunos días para verme con Jackson, así que solo nos enviamos mensajes deseándonos suerte y es todo, a Darell tampoco lo veo y más allá de nuestro altercado, sé que los exámenes son tan importantes para el como para mí.

Ahora estoy aquí frente a mi carpeta terminando el último examen a minutos de que acabe y..

La campaña suena y se puede sentir el cansancio cuando todos respiran aliviados.

—Lápices abajo. —Exige el profesor.

Dejamos los lápices y él se acerca a recibir cada examen, saco mi teléfono y busco el número de la abuela, le dejo un mensaje diciendo que tomaré el mismo vuelo hoy en la noche, salgo del chat y espero el mensaje de mi padre avisándome que ya puedo reclamar el boleto.

La campana suena y salgo del salón igual que todos en bala, antes de ir a casa me despido de Dahlia y Harry, quienes van a celebrar el fin de exámenes a su manera.