ᴛʜᴇ ɢᴜʏ ᴏꜰ ᴍʏ ᴅʀᴇᴀᴍꜱ

⚡#09⚡

AILEE

—Ailee, ¿Estás bien? —preguntó Jason sentandose a mi lado.

Llevé mi vista del campus a él y luego bajé mi rostro al sentir nuestras manos entrelazadas.

—Estoy bien —él me miró no tan convencido—. Está bien, te diré lo que está pasándo...

—Puedes confiar en mi —me sonrió dejándo ver sus pequeños hoyuelos a los costados de su labio.

Asentí un par de veces y luego de eso suspiré para luego verlo a los ojos.

—Luego del baile —me detuve un momento y por unos segundos pensé en retractarse, pero no lo hice, no podía hacerlo—. Aceptaré la beca en el extranjero e iré a Roma.

Él se quedó en silencio unos segundos, los cuales para mi eran eternos, ¿Qué podía estar pensando?

—Está bien Aliee, te apoyaré en lo que quieras hacer, y si eso es ir a Italia está bien —este volvió a sonreí y acarició mi mejilla.

—¿Estás seguro? —pregunté y él asintió.

—Definitivamente, no me opondre a que quieras ir a una mejor universidad, que quieras viajar a otro país o incluso que quieras irte —Jason se levantó de la mesa y besó mi frente—. Tengo que ir a las prácticas, nos vemos luego.

Sabía a que se refería con "Incluso que quieras irte", no planeaba irme de su lado, sin embargo aquel chico estaba muy dentro de mi corazón y en ese pequeño lugar no había espacio para ambos, sólo para uno y ese era el chico de mis sueños.

Me quedé en el mismo lugar viéndo como Jason se alejaba del campus para luego dirigirse a la cancha de básquet. Él era el chico perfecto, vaya que si lo era, tenía todo lo que yo quería, me hacía sentir muy especial y a mí me gustaba mucho.

Odiaba la idea de que tal vez yo no sabía lo que quería o de que volver a ver al chico de mis sueños o pesadillas, provocara un caos, un corazón roto y una desilusión.

Jason era el chico que yo quería en mi vida, sin embargo, el destino se empeñaba en integrar a mi vida uno más. Yo no podía ser la mala de esta historia, me negaba a romper un corazón, pero sabía que en algún momento sucedería, y eso ya no estaría en mis manos.

Tomé mi mochila azul de la mesa y me levanté de mi asiento, pasé esta por mi hombro y luego caminé hacia la salida del instituto, para dirigirme a casa. Tenía muchas cosas que pensar, ordenar y dejar ir.

Regresé a mí amado apartamento caminando, odiaba hacerlo, pero estaba casí segura de que me ayudaría a dejar mis ideas claras.

El aire fresco, el sonido del viento golpeando con las hojas de los árboles, las risas de los niños, la brisa del lago, el brillo del sol, las bocinas de los autos, el canto de las aves, el azul del cielo y los diferentes rostros a mi alrededor me recordaban que no estaba en un sueño, que esta era mi realidad y de que si cometía un error arruinaría mi vida a largo o corto plazo, pero sin dudas dolería y mucho.

—Ailee —se escuchó la voz de Alex a mis espaldas.

—¿Eh?

—No me esperaste —el chico frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Lo siento, me olvidé de tí —le sonreí ladeando mi cabeza.

—¿Pasa algo? —preguntó tomándo mi mano para seguir caminando hacia mi departamento.

—No —dije, sin embargo, él sabía que mentía—. Agh, está bien, aceptaré la beca e iré a Italia.

Pude notar como Alex se tenso, miró al piso con el ceño fruncido y luego me miró con una cálida sonrisa.

—Intentarás encontrar al chico, ¿No es así? —preguntó y yo asentí.

—Si...

—Bien, ¿Cuándo nos vamos? —preguntó provocándome una clara confusión.

—¿D-de qué estás hablándo?

—¿Qué? ¿Crees que te dejaré ir sola? Eso jamás. Yo también quiero conocer al idiota que nos provocó insomnio, puede que tú seas la que sueñe con él, pero yo también formo parte de su injusticia.

—¿Injusticia? —reí.

—Si, ¿Cómo alguien puede quitarle el sueño a otra persona? Eso es sagrado —dijo obvio.

—¿En serio vendrás conmigo? —le pregunté con una sonrisa.

—Claro que si —asintió.

—¿Y la universidad? ¿Tus amigos? ¿Tu familia? —pregunté preocupada.

—Tu eres mi familia, no importa donde vaya, si estás tú a mí lado seguirá siendo mi hogar.

—Eres muy cursi.

—Agh, tú haces que sea cursi —dijo con desagrado y luego ambos reímos.

—Creo que nos iremos la semana que viene.

—Bien.

—Gracias, Alex —dije viéndolo.

—¿Por qué? —preguntó confundido.

—Por todo lo que has hecho por mi, por seguir a mi lado incluso cuando es imposible estarlo, por ser mi compañero, amigo y mi familia.

—Vamos, no tienes que agradecer. Te seguiría hasta el fin del mundo, porque sé que tú lo harías también —dijo pasándo uno de sus brazos sobre mi hombro, para luego acercarme a él y abrazarme.

—Iría a donde sea contigo, ¿Quieres ir al infierno? Ahí iré yo también —dije y los dos reímos a carcajadas.

—Ese destino turístico no es de mi agrado.

—Si, tampoco del mío.

Nos sonreíamos mutuamente para luego mirar a los dos lados y cruzar la calle.

—Te quiero Ailee.

—Yo te quiero más.

Era muy afortunada de tener a Alex a mi lado, daría todo por él, como él por mí, estábamos destinados a estar juntos y esperaba que así fuera. Era mi mejor amigo, mi familia...

CONTINUARÁ...

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¡Hola!
Espero tengas un buen día <3