Una noche cambio sus vidas por completo, ellos pensaron que sería para bien, pero no contaban con los hechos que sucedieron después, el plan se salió de control y dos de ellos no pudieron continuar. ¿Qué si todos tenían la intención de hacerlo? Tal...
La situación estaba de cabeza, la información que Amanda había dado era cierta pero ya no hablaría más.
Lo que Jackson hizo sin dudar fue ir con su chica Tara Brown, agente del FBI y con una reputación impecable.
Se reunieron en su vieja casa de Brooklyn, dónde creyeron que nadie los buscaría pero Jackson sabía que Amanda los vio o de alguna manera sabía de Tara y de su relación.
Jackson ya la esperaba en los escalones de la entrada, Tara llegó en un auto negro con su ropa formal de trabajo
—Detective Jackson podemos hablar, es urgente —Tara seguía en su rol de no conocerse hasta entrar a la casa —Jack ¿Qué demonios sucede? Se supone que no deberíamos reunirnos en horas de trabajo.
—Estamos en problemas Tara ¿Conoces a una chica llamada Amanda Beasley?
—Por supuesto —Tara no entendía la preocupación de Jackson y respondió a sus preguntas —Es una de mis amigas más cercanas, es joven pero me entiende muy bien.
—¡Mierda! —Y todo empeoraba para Jackson —¿Nunca la investigaste?
—Jack basta, sabes que no soy una paranoica como tú y ¿Para que iba a investigar a una chica en la que confío demasiado?
—Esta en la estación acusada por múltiples homicidios y confesó al menos la mitad de ellos.
—¿Qué...? ¿De qué estás hablando Jack? —La noticia no era lo que Tara esperaba —Si lo que dices es cierto entonces me tiene en la mira.
—Si alguien se entera de esto estamos muertos
—No me llamarán, estoy segura —Tara tenía confianza en que su testimonio no era de ayuda.
—¿Por qué lo dices?
Tara suspiro y fue por un trago —Claro que revele algunos detalles como nuestra relación pero nada que fuera más haya como para usarlo en la corte y también sabe de nuestro futuro hijo.
—Lo sé, también lo menciono en el interrogatorio, casi me sacan de la investigación.
Confundidos, no sabían cuál era la manera correcta de actuar.
Jackson suspiro —Esperemos a la lectura de cargos.
Antes
—Kim Beasley —Habló el juez —Se le sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por los múltiples homicidios ya mencionados con anterioridad, comenzará su sentencia.
Amanda, su pequeña hija que miraba a su madre desde las sillas de la defensa, se acerco corriendo a su madre.
—No dejes que me lleven
Kim se agachó para poder abrazarla —No lo harán, si saben lo que les combiene —Susurro a su oído —Tu sabrás que hacer.
Los oficiales de la corte le pusieron las esposas a Kim y se la llevaron.
La mayoría por lógica esperaría lágrimas de Amanda pero en su lugar se mantuvo sería con una mirada fría, acompañando a su trabajadora social. Pues aún faltaban algunos años para estar por su propia cuenta.
Pero todo tiene una consecuencia, hasta el más mínimo sonido.
Algo se despertó ese día, tal vez fueron las palabras de Kim, pudo ser la separación de una madre y su hija pero yo prefiero decir que, la oscuridad finalmente decidió salir.
—Se informa de un brutal homicidio en una pequeña casa con padres de hijos adoptivos, solo dos personas han salido con vida, la información es caótica por qué una de las dos niñas sobrevivientes, es la hija de la ya conocida asesina Kim Beasley, quien fue sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, la policía trabaja sin descanso para dar con el culpable de este terrible crimen.
Ahora
Amanda por primera vez en mucho tiempo se perdió en sus pensamientos, recordó a Cassian y a Mary, era extraño por qué no sentía nada, ni odio ni amor.
—Señorita Beasley —Las palabras del juez la sacaron de aquel agujero en su mente —¿Cómo se declara?
Pero su abogado hablo —Declaro a mi cliente inocente por enfermedad mental o defecto ya que según su expediente la señorita Beasley no tenía conocimiento de lo que hacía, no sabía que sus acciones dañaban a otros.
—Por favor —La fiscal de distrito, una mujer morena, alta, usaba una falda y un saco azul oscuro —Señoría, la fiscalía probó que Kim Beasley es apta para soportar el juicio, sabía que sus acciones estaban mal y aún así lo hizo, fueron cientos de vidas jóvenes...
—Déjelo para el jurado abogada, la defensa es aceptada, señorita Beasley, será transferida al hospital psiquiátrico “Goldenbet” a la espera de su juicio.
Los detectives también estaban presentes
—Debe de ser un mal chiste —Kellan se pasó una mano por su barba.
—El juez en su sano juicio permitió esa defensa por locura —A Jackson definitivamente le estaba afectando el caso, estaba más ansioso y desesperado.
Todos querían que está maldición de los Beasley terminara pero nadie sabía que este no era el final y el juicio apenas estaba por comenzar.
Salieron junto a la fiscal de distrito
—La dejarás ir así de fácil —Kellan estaba en desacuerdo
—No lo haré, pero necesito más que solo los cuerpos de esos chicos, busquen testigos, vídeos lo que sea que ponga a Amanda en esos cuartos de hotel, la estoy acusando por los suicidios de Cassian y Mary, será mejor que encuentren algo.
—Ya preguntamos a todos los huéspedes, nadie vio nada o si lo hicieron, no van a decirlo.
Jessica Ross, graduada de Harvard, paso el examen de la barra, un historial impecable, con el lema de “Solo voy a juicio si es necesario”. —Pregunten de nuevo
El abogado defensor arribo a Jessica —Ross, no estarás intentando incriminar a mi cliente por dos suicidios que hasta donde sabemos no tuvo nada que ver. A menos que una broma haya salido mal —Parece que le causaba mucha gracia el hecho de que acusaran a Amanda por dos suicidios.
—Te parece un chiste decirle a otra persona que se suicide solo por qué odias todo lo que tiene —Y Jessica no estaba para tales juegos.
—Como dije, mi cliente no tenía la intención de nada, apenas estará cuerda para el juicio —Y sin más, Archibald Wending, abogado defensor se retiro de los pasillos de la corte.
Jackson y Kellan aún no se habían ido.
—Danos la orden y lo arrestaremos por se un idiota —A pesar de la situación, Kellan mantenía su humor.
—Lastima que ser un idiota no sea un crímen, lo encerraría de por vida.
—Dímelo a mí
Los tres veían a Wending irse por el largo pasillo.
—A trabajar —Jessica también tomo su propio camino.
Los detectives tenían solo un par de días para encontrar información que relacionara a Amanda con todos los homicidios, pues lo que tenían solo era circunstancial y podía ser desechado en cualquier momento.
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