Aidan Gallagher
Tengo al "enemigo" en mi propia casa. ¿Qué demonios hace aquí? ¿En qué demonios pensaba al drogarme, al besarla?
Recuerda quién es el enemigo, Aidan. Llevo una hora y media repitiendome una y otra vez la misma frase. No entiendo por qué es más fácil apartar el sentimiento y...
—Amm... Necesito ayuda —escucho desde la habitación. Mi habitación.
Le he dado mi habitación al enemigo, a ese pequeño y molesto ser que brota de mi cama. Esa chica que al parecer besé y no me arrepiento de ello.
Ahora que Kyle y Mick se fueron es mucho más difícil poder pensar con claridad. ¿Por qué no mejor me voy y la dejo sola, con su sufrimiento, sin poder hacer absolutamente nada?
Porque no soy mi padre. No soy aquella persona que dejaría morir a quien sea para salvarse a sí mismo. No soy aquel hombre que dejó morir a cientos de miles de personas, yo no mato, no torturo, no soy él... Y odio sentir que ahora lo soy.
—¿Si?
—Necesito ducharme.
Volteo a verla por completo, estaba de pie. —¿Qué haces? Te puedes lastimar.
—Pues parecía que necesitabas tiempo a solas —rueda los ojos.
—Al parecer si, lo necesito. Después de bañarte, claro.
Sacude su cabeza, pude ver como su piel se estremecía. Algo tan fácil como pasar la mirada completa sobre ella. Una mirada pesada y lenta logró hacerla carraspear.
—¿Disculpa? Solo necesito que me sostengas para entrar al baño, no necesito que me bañes. Tengo mis propias manos para hacerlo.
—Claro...
Tomo su cuerpo entre mis brazos. Es mucho mejor que sostenerla simplemente, era más rápido yo llevarla al baño que dejarla caminar, cualquier cosa que ayudara en su recuperación era válido.
Ella traía una bata, así que cuando llegamos me pidió que la dejara en la tina y me fuera. Pero donde la dejé fue sentada en el inodoro.
—¿Pero qué haces?
—Dije que ayudaría.
—No necesito eso, no así.
—Pero aún así lo haré.
Veo como sus ojos se vuelven blancos de la rabia. Lleno la tina mientras hago espuma, me entretengo con eso que olvido que ella sigue aquí.
—¿Qué es lo que quieres?
—Ayudar —respondo fresco.
—Tú quieres verme desnuda.
—¿No te gusta la idea acaso?
—Me gustaría que dejaras de molestar, sería bueno, ¿no lo crees? —rio con ironía.
—¿Sabes? Eres algo hipócrita.
—¿Disculpa?
—Intento ayudarte, incluso sabiendo que tu padre es el que asesinó al mío, ¿y así lo pagas? —me encuentro molesto con ella.
—Para empezar tú me tienes contra mi voluntad, lo cual es un delito y para terminar, me hice tu socia a pesar de que va contra todos mis principios morales, a pesar de estar traicionando a mi padre, sea un asesino o no.
Observo como se ha levantado. Queda frente a mí, la estatura es muy marcada cuando estamos de pie uno frente al otro, pero por alguna razón no quiero hacerle daño, o al menos no ahora.
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Secuestro Mortal | Aidan Gallagher
ActionLa hija del director de servicios de inteligencia secretos de Nueva York es secuestrada por el mafioso más buscado del mundo. Poder. Venganza. Secretos. Mentiras. Y muchas muertes. Historia creada: 07/06/2021 Historia publicada: 04/01/2022 Histor...