El ángel bañado en sangre

353 41 13
                                    

Emma Cooper

Me estaba dando un chequeo un señor como de unos cuarenta años, era delicado con sus manos... Diablos, odio estar drogada y decir estupideces.

Claro que no era normal mi repentino sangrado, ni siquiera recordaba que me tocada mi período. ¿O tanto había pasado de estar...? Ni siquiera sabía que día era, o qué hora.

Las horas, los días, las semanas son relativas en ese lugar. Todo es muy diferente ahí, un día para mí puede ser una semana para los demás, como dije, todo pasaba muy rápido, el tiempo, los sucesos.

De estar retorciendome ahora estoy en un consultorio bastante elegante y drogada hasta los pies. Siento el humo de la marihuana en mi cerebro.

—Muy bien —escucho la voz del ginecólogo—. Por lo que estoy viendo, no te has estado cuidando...

Volteo a ver a Gallagher y este aparta la mirada. Idiota.

—¿Has estado comiendo bien? —de nuevo mi mirada está en él.

—No.

—¿Has dormido bien?

—No.

—¿Eres irregular aunque comas y duermas bien?

—Si.

Los dos voltean a verme, incluso siento que necesito un poco más de privacidad. Aclaro mi garganta antes de que él doctor siga hablando.

—¿Pero tienes tu período todos los meses?

—Siete de doce —respondo.

Él asiente y anota. Noto la mirada de Gallagher en mí, respiro hondo. Debe ser la droga en mi cuerpo, la que me hace reaccionar.

—¿Y qué va a pasar? —interroga Gallagher.

—Le haré un legrado.

—¿Un qué? —preguntamos los tres.

—Una limpieza, al parecer tu útero está lleno de sangre por las veces que no menstruaste.

—¿Y le va a doler? —preguntó de nuevo él. ¿Ahora le importaba lo que me pasaba?

—Lamentablemente si, es un proceso doloroso a pesar de usar anestesia —trago duro y cierro los ojos.

¿Desde cuándo mi vida era una completa mierda? Sabía que no tenía la mejor vida antes de esto, pero la apreciaba y me sentía feliz con lo que tenía, incluso mi salud estaba bien. ¿Qué me estaba pasando ahora?

—¿Lo hará ahora?

—Cuánto antes mejor, necesitamos sacarte esa sangre vieja si no quieres que pase a mayores.

Asiento un poco antes de dejarnos solos.

—Iré a hablar con él sobre el precio de esto —dice Kyle.

—Tarda cuanto quieras —le digo y él ríe.

Cuando nos quedamos solos Aidan y yo, ni siquiera me siento capaz de verlo. Lo odio en estos momentos como nadie tiene una puta idea. Odio que quiera tomar venganza por mi padre y su rivalidad con el suyo, y porque crea que él lo asesinó. No podría estar más alejado de la realidad. Él no haría algo como eso...

Bueno...

¿Y qué si lo hizo? Yo haría lo mismo con alguien como él, con un idiota que le gusta promover la corrupción y una mala vida.

—Vas a estar bien.

—No podrías estar más equivocado.

—Por favor, qué te sucede. Salvé tu patética vida.

Secuestro Mortal | Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora