Te Reto A Enamorarte

CAPÍTULO 6

Mini maratón 3/3

Conseguí subir a mi habitación sin que mis padres se dieran cuenta de que había llegado. Sabía que me iba a caer broca por no haberles avisado al salir de la supuesta "reunión".

Me quité la gasa que me tapaba la herida de la frente e intenté maquillarla lo mejor que pude.

A pesar de que las piernas todavía me dolían un poco, podía andar bien. En cambio, el brazo me dolía bastante, y aunque el médico me había recomendado llevar el cabestrillo, me lo quité, y lo metí debajo de la almohada para que mis padres no lo vieran.

¿Desde cuando mientes a tus padres Kenz? Bueno, ¿tampoco es tan grave no? Tardarás tan poco en recuperarte que nadie se dará cuenta de lo ocurrido.

De pronto, el tono de llamada de mi teléfono hizo que desaparecieran mis pensamientos. Lo busqué en la mochila. Vi que la pantalla estaba rota. Ni si quiera me había dado tiempo a comprobar si funcionaba tras el accidente.

Cuando vi su nombre en la pantalla no pude evitar sorprenderme. Me pensé si debía cogerlo, pero finalmente me decidí a hacerlo.

- ¿No habíamos acordado llamarnos diariamente?

- Lo siento Logan, se me olvidó avisarte al llegar.

- Se te olvidó avisarme... ¡Durante 4 días!

- Lo sé... he estado muy ocupada. Ya sabes. Deshaciendo cajas y preparándome para el inicio de las clases.

- ¿Qué tal el primer día?

Pues...Poca cosa. Me ha atropellado una moto. Obviamente no podía contárselo, ni a él ni a nadie.

- Bastante bien. He conocido a una chica majísima en el autobús que se ha ofrecido a mostrarme la ciudad esta tarde.

- Vaya. Sí que te has adaptado rápido.

Pensé en si debía preguntarle por ella. No me había llamado en cuatro días, y aunque había intentado no pensar en ello, quería saber la verdad.

- Oye... ¿Qué tal tu prima? ¿Ha visto ya la universidad?

Allá va.

- Emm... sí.

Otra mentira. ¿No se daba cuenta de que no se le daba bien mentir? Por favor, si no era capaz de decir una frase seguida.

- ¿Y qué tal? ¿le ha gustado?

Mackenzie, te estás comportando como una niña pequeña. Deja ya de torturarlo.

¡Pero merezco la verdad! Una explicación, sólo pedía eso.

- Sí... Supongo.

Vale. ¿Habíamos pasado de mentir a limitarnos a responder con un sí, un no o un supongo? Venga ya Logan. Por lo menos cúrratelo un poco.

Mi padre apareció en la puerta de mi habitación. Debió escucharme hablar por teléfono. Menos mal que me había maquillado la herida y había escondido el cabestrillo bajo la almohada. Le hice un gesto con la mano para que esperase a que colgara la llamada.

- Me alegro. Estoy deseando conocerla.

- Sí bueno... ¿Está un poco complicado, no?

- ¿A qué te refieres?

Empecé a imaginarme por dónde iba la conversación, y, la verdad es que no me hizo mucha gracia. Le indiqué a mi padre que me dejase sola.

- Mackenzie... lo he estado pensando y...