|XiaoLumi| Como polvo de estrellas

04

Lumine se incorporó en su cama de forma repentina y se dio cuenta de que seguía en el hotel, que estaba visitando las aguas termales y que la noche pasada... había besado a Xiao. Se cubrió el rostro con las manos rogando encontrar una cueva muy profunda para esconderse ahí hasta el fin de sus días. 

"Eres una tonta" le dijo su voz interior, "has tirado por la borda todo tu esfuerzo".

Todo ese tiempo se había mantenido a un lado para evitar molestar a Xiao en exceso, adoraba compartir tiempo con él, solo verlo la hacía muy feliz y era cierto que planeaba decirle lo que sentía en algún momento, pero no de esa manera.

—No sé cómo voy a verlo a los ojos ahora...

—¡Ah, Lumine, despertaste!— dijo Xiangling entrando en el cuarto. —¡Vamos, levántate! Acordamos ir a desayunar juntos en la ciudad, estamos cerca y podemos recorrer todo el lugar.

—A-Ah... sí— balbuceó. —Espera... ¿todos?

—Sí, Aether mencionó que quería visitar alguna tienda de recuerdos, así que dijimos de ir todos.

—Em... ¿Xiao también?

—Sí, ¡vístete, vamos!

Lumine se colocó uno de sus vestidos preferidos pero demoró un poco en salir de la habitación porque pensaba en ideas para afrontar la situación con su compañero de trabajo. Él siempre era muy amable pero eso no era ningún indicador de que ella fuera especial, si le decía lo que sentía en esas circunstancias estaba segura de que la rechazaría.

Abandonó su refugio decidida a disfrutar del fin de semana a como dé lugar, con algo de suerte el joven no recordaría lo que había pasado.

Más sin embargo, todos estaban reunidos en el recibidor del hotel y, cuando su amiga Xiangling la llamó y le hizo señas, Xiao se dio la vuelta para mirarla. Por lo general solía ser bastante sutil al momento de observar sus alrededores, pero esa mañana se le escapaba el interés por todos los poros.

No lo había podido evitar. No estaba seguro de cómo abordarla y, al escuchar que se aproximaba, sus ojos solo se desplazaron hacia ella, haciendo que se sonrojara inmediatamente.

"Es muy linda" pensó durante un instante, lo cuál solo le incrementó el rubor.

—Buenos días a todos— saludó la recién llegada.

—Yo les advertí que, si no la despertaban, Lumine era capaz de dormir hasta el mediodía— se burló su hermano.

—Lumine es muy divertida— comentó Xiangling y Noelle dejó escapar una risita.

Xiao notó que en ningún momento le destinó una mirada pero, como rápidamente fue acaparada por las chicas, no emitió comentarios al respecto. Tal vez solo fuera su imaginación.

De camino hacia la ciudad la contempló mientras conversaba, estaba como siempre aunque menos alegre, quizás en vista de lo que había ocurrido, debía encontrar algún momento para aclarar las cosas.

Recorrieron varias calles observando algunos escaparates y se detuvieron en un café muy bonito para desayunar, el lugar estaba decorado con cientos de pinturas de paisajes diferentes, lo que le daba una sensación muy placentera al ambiente.

Lumine finalmente se sentía cómoda, sus amigas habían logrado distraerla de los pensamientos que estaba teniendo y el familiar aroma a café la envolvía como una manta.

Alcanzó a notar un grupo de chicas de otra mesa que no paraban de sonreírle a Xiao, como si así pudieran invitarlo a unírseles, sin resultados por supuesto, el joven tan solo miraba el menú buscando algo que le apeteciera comer. No pudo evitar sentirse identificada con ellas, él era una especie de luz inalcanzable.