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—Te traje algo dulce...— le dijo y le mostró la bolsa que tenía en las manos, el joven suspiró.

—Vamos, prepararé té.

Se puso un poco nerviosa porque era la primera vez que estaría a solas con Xiao en su casa. Había ido una vez el año anterior en celebración de su cumpleaños, junto con el grupo del café, porque le habían organizado una pequeña fiesta. Aunque se había tratado de una invasión más que una celebración.

Todo estaba como lo recordaba, él tenía todo perfectamente organizado y limpio. Deseó poder guardar en sus fosas nasales la fragancia del lugar, era el aroma de Xiao.

—¿Quieres té verde o negro?— le preguntó el joven.

—Lo que tú tomes.

—Muy bien.

Al poco tiempo trajo dos tazas y la invitó a sentarse en el sofá, el nerviosismo de ella iba en aumento, tanto que temió acobardarse. 

—Ten— le dio el pequeño contenedor que tenía consigo y él lo recibió. —Espero que te guste.

—No era necesario...

—Sabía que dirías eso, pero al verte hoy me pareció que estabas algo pálido, y pensé que tal vez te estabas esforzando mucho sin alimentarte bien, así que se me ocurrió preparar algo que te gusta, incluso aunque sea un postre...

Xiao abrió el objeto con curiosidad y sus ojos se abrieron de la sorpresa. Tofu de almendras. Era la primera vez que alguien que no fuera su padre le preparaba su plato favorito y, de todas las personas, había sido Lumine la que se había esforzado en hacerlo.

—¿Sabías que era mi preferido?— le preguntó, bajando el rostro y ocultando el rubor que se le había instalado en las mejillas.

Se insultó internamente por la emoción que estaba sintiendo en ese preciso momento, por haberse permitido bajar la guardia de esa manera y saberse débil ante ella que, con el simple hecho de hacer algo así, conseguía hacerlo desear más. 

La realidad era ya innegable: se había enamorado de Lumine.

—Te escuché una vez decirlo mientras conversabas con Xiangling...

—Probemos— fue a buscar dos pequeños platos y cucharas, y sirvió una ración para cada uno.

Al llevarse un trozo a la boca volvió a experimentar ese cosquilleo de antes, rogando que ella no se diera cuenta de todo lo que estaba sintiendo. Apretó el puño obligándose a reprimirlo.

—¿Está...?—se animó a preguntar Lumine, pero fue interrumpida.

—Está delicioso— Xiao se cubrió la frente y se inclinó hacia adelante. —La verdad es que solo lo como cuando voy a visitar a mi padre... muchas gracias, Lumine, en serio.

Ahí estaba, la sonrisa de Xiao, no era la expresión más alegre que hubiera visto, pero sí la más hermosa. Ella sabía que lo había hecho feliz, y en ese momento él le pareció el ser más valioso en su vida. Bajó la mirada hacia sus manos, aturdida.

"Te quiero tanto que quiero llorar..." pensó.

—No me agradezcas nada, lo cierto es que el postre solo fue una excusa...— no se atrevía a mirarlo a ojos. —En realidad, solo quería hablar contigo y tenía que ser pronto, es importante.

—Dime.

—Es sobre lo que pasó en el viaje... quería disculparme.

—Ya te dije que lo mejor es olvidarlo, no tienes que...

|XiaoLumi| Como polvo de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora