C a p í t u l o 16.

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Tras 7 años después.

-¡Papá,  Papá! - llamaba una niña sin algunos dientes de leche.

Guts enseguida miro hacia atrás, siempre tenía una gran atención con su única hija.

-Mira he encontrado por el suelo esta sabana pequeña para tapar tu ojo... - hablaba un poco mal la niña por su falta de dientes.

Guts se río un poco y se agachó a la altura de su hija, era una niña delgada, con ojos grandes azules y el pelo desordenado de color azabache, algo que agradecería seguro Delthea, pues siempre decía que no quería tener un hijo con su color de pelo por lo que ella pasó, pero para Guts ese pelo naranja era lo más hermoso que había visto, parecía el amanecer, no obstante, creía que su hija era muy adorable.

- Eso no es una sábana Boudica, es un parche de algún caballero muerto en combate, suéltalo.  - ordenó.

-Pero si es para tu ojo. - hizo un puchero triste y miro el parche que había tomado del suelo.

Guts suspiró y cogió aquel parche y lo tiro al suelo.

-No hace falta que lleve uno, ya estoy acostumbrado ¿vale? - se levantó y siguió caminado observando si le seguía o no su hija.

Era una niña alegre para estar como una nómada y en pobres circunstancias, se entretenía con cualquier cosa, pero Guts ni era duro con ella, quería que viviera una infancia como una niña: jugando y sin preocupaciones.

Aunque es cierto que a veces le obligaba a llevar algún arma y le explicaba que hacer si alguien se acercaba a ella, no le hacía entrenar, no quería que acabará como él, le gustaba verla seguir el trayecto de hormigas que había en el suelo inocente.

- Papá... - volvió a llamar - ¿y mamá?

Guts se paró de golpe.

Es cierto, siempre por las noches le hablaba a veces de Delthea, pero nunca tuvieron una conversación plenamente de ella, como era, que hacía o como murió.

Si había algo que temía Guts, esque su hija se sintiera triste tras saber que murió tras darle luz ya que se quedó muy débil, desde luego no era su culpa.

-Boudica... tu madre esta arriba de nosotros, siempre. Te lo dije hace un par de años, mamá siempre te mira ¿porque crees que te digo que te portes bien? Cuando llueve es porque le haces enojar. - respondió Guts.

-Mamá... - miro al cielo.

Le partía el corazón corazón Guts ver a su hija tan inocente diciendo madre al cielo.

- Por eso eres mi cielo ¿entiendes? - dijo Guts.

-A mi me gusta el cielo - comenzo a saltar contenta Boudica - ¿mamá como era?.

Guts tragó saliva, sabia que algún día saldría ese tema, pero nunca creyó que tan pronto.

-Tu madre era bella, como tú, sí - sonrió- su pelo era de color naranja.

-¿como la fruta? - interrumpió la niña.

-Sí, como la fruta... - se río- sus ojos eran como los tuyos, azules, pero era muy enfermiza...

-¿enfermiza? ¿No tomaba muchas verduras? - se puso triste.

El ojo de Guts se puso algo cristalino, era difícil explicarle todo lo que vivió a su hija, a una niña tan pequeña.

-Sí, no tomaba tantas verduras... - le dio la mano a su hija y comenzó a caminar, no quería romper  llorar.

-¿mamá porque se fue y a donde?.

Berserk (Guts) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora