Vínculos (Bakugou Katsuki x T/n)

Un compañero

Bakugou Katsuki
Príncipe de Drachen, reino guerrero de los dragones

—¡¿Irme?! ¿Por qué demonios nadie me dijo nada?— Exclamé mas que molesto

—¿Decirle qué? Estaba más claro que si se comprometía tendría que venir con nosotros, mi señora necesita orquestar una ceremonia para su país— Ese maldito me trataba como un estupido y mi paciencia no era mucha.

—Shinso...— Le llamó su ama

—Será mejor que cuides tu maldita boca conmigo, infeliz— Amenace al de cabellos violeta

—¿O qué?— Y él aún así me desafió

—¡Ya basta Shinsou! ¿Por qué no vas a ayudar a Mina y Kirishima? Por favor...— Le mando la princesa

—Si, su majestad— Respondió como el perro faldero que era y se largó

—¡Esto no es lo que acordamos, mujer!— Reproche molesto

—Escucha solo será un corto viaje hasta mi país, no tardaremos ni dos días en que se lleve acabo la boda y luego serás libre de irte— Dijo

—Tu "corto viaje" es una semana en un maldito dragón—

—Si, bueno yo hice tres semanas hasta aquí en carreta, así que creo que el regreso sería más sencillo ¿No?— Respondió

Esa fue la plática que habíamos tenido hace una semana atrás. El lacayo de la princesa se largo ese mismo día, parecía ser que su país estaba cruzando por algunas dificultades y tomó el lugar de su líder, pues según la tradición de mi pueblo la fiesta de compromiso debía durar diez días y debían respetarlo.

—Bakugou— Kirishima interrumpió como siempre, en una pequeña conversación que mantenía con la tonta —Los cazadores preguntan si quieres ir a la contienda del día de hoy junto a ellos— No respondí nada solo camine hacia ahí.

—También quiero ir— Escuche su voz chillona detrás de mí

—¿Ir a dónde? ¿A cazar?— Me burle de la idea

—Si, quiero ir contigo— Insistió

—No, solo se permiten hombres— Dije

—La princesa puede ir con las cazadoras y por la tarde se encontrarán de nuevo— Ese idiota debía abrir la maldita boca

—Parece una buena idea, tengo muy buena puntería con el arco que podría ayudar— Dijo ella

—No, la caza no es para una princesita delicada como tú— Me negué a la idea

—Ese es un estereotipo ridículo— Se quejó molesta

—Pero es real— Mantuve mis palabras

—¿Tan real como que los hombres altos y musculosos suelen ser estúpidos?— Respondió a mí provocación de una forma tan... ¡Tan!

—Ten cuidado con lo que dices, mujer— Amenace con ira

—No me asustas, en lo absoluto, tú prometida ira a cazar y punto. Iré por Mina— Ella tomó una decisión y se largo