Vínculos (Bakugou Katsuki x T/n)

Celos de Privilegios

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Princesa de Eisen, el reino de hierro.
Privilegios

Al fin después de tantos problemas comenzamos nuestro camino de regreso a casa, montamos a Kirishima y parecía que llegaríamos mucho más rápido.

Al anochecer del primer día de viaje, bajamos a tierra para que Kirishima descansara y durmiéramos un poco, todo iba bien, hasta que...

—¡¿Qué demonios haces aquí, idiota?! ¡Fuera!— Exclamé molesta al ver como el de cabellos cenizos se metía a mi saco de dormir

—Cállate, no hay más mantas así que voy a dormir aquí— Fue lo único que dijo, recostándose a mi lado, pero dándome la espalda

Al sentir que el viento era un poco frío y ver que no tenía ningún tipo de intención extraña, le deje quedarse, le di la espalda igual que el e intente cerrar los ojos. Me quede dormida hasta que el peso sobre mí me despertó.

—¡Oye muévete! ¡Me estás aplastando! ¡Hey!— Le llame mil veces, pero jamás escucho.

—Hola su majestad ¿Cómo...— Mina se sorprendió en el momento en que se dio cuenta de mi horrible estado —...amaneció? ¿Se siente bien?— Terminó preguntando por mí, tan preocupada.

—¡No! Ese hombre me abrazo toda la noche y por mas que le pedí que se quitara jamás despertó— Respondí malhumorada

Una pequeña risilla nos hizo girar a amabas al mismo tiempo

—¿Sabes algo sobre eso Kirishima?— Le pregunto Mina al pelirrojo, quién solo sonrió divertido.

—Es un comportamiento normal en un alfa— Respondió como si fuera lo más obvio

—¿Qué quieres decir con eso?— Pregunte

—Eres su prometida, "Su mujer" en el mejor sentido de la palabra. Para nuestra gente la hora de dormir es el momento más vulnerable, por lo que nuestro instinto nos hace apegarnos a lo que deben proteger a muerte— Explicó simple

—Es una tontería, él no es un animal y yo puedo defenderme sola— Respondí aún sintiéndome irritada

—Creo que después de todo lo que sucedió, cuando casi la perdió por bajar la guardia, su protección por usted se ha intensificando— Kirishima parecía querer defender la actitud de su amo

—Que tontería— Pero no tenía sentido para alguien como yo

—Yo pienso que es algo... tierno— Romantizo Mina, dedicándole una cara de enamorada al pelirrojo frente a ella

—¿Eso crees?— Y el hombre parecía ser contagiada por su nube empalagosa de dulzura

—Si...— Respondió mi amiga de cabellos rosas, hipnotizada.

—¡Pues yo no! Yo quiero dormir sola ¡Quiero dormir bien!— Exclamé molesta, esfumando toda esa nube rosa que comenzaba a rodearnos

—¿Qué es todo ese maldito escándalo?— Entonces entre gritos apareció el hombre del que hablábamos

—Tú y tu maldito instinto de salvaje— Le señale sus horribles manías

—¿Qué?— Cuestiono, alzando la ceja.

—Usted se apegó a ella— Le explicó Kirishima

—¿Eso es todo? ¿Por eso tanto maldito parloteo?— Respondió importándole menos