Vínculos (Bakugou Katsuki x T/n)

Elección

Bakugou Katsuki
Príncipe de Drachen, reino guerrero de los dragones

En cuanto llegue a esa casa en medio de la nada, le vi sentada en los escalones de la entrada.

—¿Qué pasa? ¿Ya estás lleno?— Ella hablaba con él mocoso de cabellos negros, quién parecía ya no querer mas el biberón.

—¿A dónde fuiste? Me tenías preocupada, sabes que aún estás en recuperación— Me cuestiono molesta en cuanto levantó su mirada y noto mi existencia en el plano.

—Toma— Le di la bolsa que había traído del pueblo para ella.

—¿Qué es esto?— Pregunto confundida, sentando al niño en su regazo para poder abrir la bolsa y observar de cerca.

—Ya es hora de que se cambien de ropa, me dan vergüenza— Dije como excusa, para no admitir directamente que lo había comprado sin pensar, solo para ella

—Muchas gracias ¡Iremos a probárnoslos!— Respondió maravillada y conmovida por mí obsequio, poniéndose de pie para ir a dentro.

Era una mujer demasiado simple de emocionar.

—¿No se ve adorable?— Pregunto desbordando emociones empalagosas, mientras me mostraba al niño cambiado con la ropa que había comprado para el.

—No me causa ningún tipo de emoción verle con eso puesto, solo es ropa— Respondí

—Me lo imaginaba, pero sé que en algún momento cambiarás de parecer. Ahora ¡Toma!— Y sin siquiera preguntar me entrego a mocoso

—¿Qué? ¿A dónde vas?— Pregunté sosteniendo de lejos al crío, sin entender porque me lo daría a mí.

—Solo sostenlo por un momento, me probaré el vestido, ahora vuelvo— Y entro al baño, cerrando la puerta tras de ella.

—¿Dónde está Deku y Uraraka?— Pregunte al notar la soledad de la casa

—No lo sé, solo se fueron temprano diciendo que traerían algo para comer— Respondió aún dentro del baño, cambiándose de ropa.

—No me da buena espina— Murmure insatisfecho, caminando hacia la cama, acostando al crío y poniéndole el chupón en la boca para que no hiciera ningún tipo de ruido.

—Deja de dudar de ellos, nos han ayudado mucho, en especial a ti y al bebé— Sermoneó una vez más con lo mismo.

—Si, si como sea ¿Puedes dejar de proteger a tu noviesito?— Ataque, sentándome en la orilla de la cama matrimonial.

—Ya hablamos de eso Bakugou, ya no siento nada por Midoriya— Dijo abriendo al fin la puerta del baño —¿Y? ¿Qué tal? ¿Cómo me veo?— Pregunto dando una vuelta mostrando con personalidad aquel vestido azul marino que había comprado para ella.

—Lo elegí yo, por supuesto que él vestido esta bien, por otro lado la modelo es horrible— Me burle con toda la intención.

—Oh ¡Cierra la boca!— Exclamó con una sonrisa, lanzando un manotazo hacia a mí que detuve con facilidad.

—Acéptalo, me veo increíble en este vestido— Dijo muy segura de sí misma, mostrando que disfrutaba de desafiar mi palabra.

—No— Respondí firme, siguiendo el juego.

—¡Acéptalo!— Exclamo haciendo presión sobre mí, intentando hacerme hacia atrás.