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Bakugou Katsuki
Príncipe de Drachen, reino guerrero de los dragones

Cada noche, entre mis sueños recuerdo con claridad aquel día lluvioso, mis botas estaban empapadas y llenas de lodo espeso de la noche.

El aire comenzaba a quemar mi garganta y pulmones, algunos de mis lacayos ya habían colapsado de cansancio, después de seguirle dos días seguidos, pero yo no, yo quería la cabeza del mas grande asesino como trofeo.

¡Su flecha le ha dado! ¡Al fin lo tenemos!— Celebraron mis compañeros e incluso yo sonreí con satisfacción al haberlo derribado.

Al fin estaba tirado en el suelo, a mis pies, hubiera sido tan sencillo matarlo, pero tenía curiosidad de saber como se veía el asesino más sanguinario de todos los tiempos, fue un error estúpido.

Cuando doble mis rodillas, acercándome a su cuerpo inmóvil y levante solo un poco la capucha que cubría su cara me quede mudo.

¡Debes eliminarlo ahora, Bakugou!— Ellos comenzaron a presionarme, dándome cuenta de que esto era su secreto, de que nadie sabía verdaderamente como se veía, de quien era.

Era de los pocos que habían visto como esos cabellos caían sobre su rostro húmedo de lágrimas, lluvia y sangre, con una respiración acelerada, al borde de la muerte.

Y cuando escuche su tenue voz murmurando: —Solo... quiero ir a casa...— Una punzada en el pecho me hizo saber.

Pude sentirlo, evitándome asesinar a sangre fría a alguien tan vulnerable, a alguien que había visto en mi pasado, me cegué, esta mujer no podía ser el asesino que se hacía llamar: "El ángel de la muerte".

¡Bakugou! ¡¿Qué haces?!— Los gritos de desaprobación de los hombres retumbaron en el momento en que la tome entre mis brazos, en ningún momento deje ver su piel.

¡Bakugou!— Los hombres que cazaban conmigo, comenzaron a cazarme a mí y todo por mi debilidad, por mí estúpida ingenuidad.

Entrégamela— Demandó el hombre encapuchado

¿Por qué tendría que hacerlo, imbecil?— Amenace sin titubear

La conozco desde que soy un niño, ella me salvo, la amo como mi propia hermana, ella no quiso lastimar a nadie, solo... ha estado perdida. Por favor, entrégamela— Rogó con una patética voz temblorosa y desesperada, haciéndome ver que no vacilaba.

Se la entregue, sin decir ni una maldita palabra, la puse sobre sus brazos. El hombre se arrodilló en el suelo, le abrazó con fuerza y beso su cabeza, susurrando un: —Gracias al cielo...— Mientras comenzaba a llorar.

Estas aquí... me... me encontraste...— Hablo la mujer en un hilo de voz, realmente conocía al hombre.

Todo está bien, te encontré, te encontré... estarás bien. Regresaremos a casa— Y él estaba agradecido de que estuviera viva

Tiene una herida bajo la quinta costilla, si no dejas de lloriquear morirá— Me di media vuelta para largarme

¡Espera!— Me detuvo el desconocido —No se lo digas a nadie, te daremos lo que quieras, pero no digas quién es en realidad— Pidió un desvergonzado favor

Vínculos (Bakugou Katsuki x T/n) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora