Vínculos (Bakugou Katsuki x T/n)

Abandonar

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Princesa de Eisen, el reino de hierro.

Era más de media noche, dormíamos con tranquilidad, pero una sensación de peligro me despertó.

Había una silueta al pie de la cama, creía que aún estaba soñando así que me le quede viendo hasta que se movió y entendí que no era un sueño

—¡Bakugou!— Grite alarmando al hombre, quien se levantó y detuvo con dificultad la espada afilada

—¡Toma el bebé y fuera de aquí!— Fue lo que grito, mientras forcejeaba con el desconocido

Tome al bebé, que lloraba muy asustado envuelto en su sábana y haría lo que él príncipe me había indicado, pero no, yo no soy así.

Tome la madera que suele atrancar la puerta de la habitación y con una sola mano golpee al enemigo con todas mis fuerzas en la cabeza, sacándoselo de encima al cenizo y que esté al fin terminará con el.

Al fin pude encender la luz de la habitación y ver con claridad toda la desastrosa escena

—¡Santo cielo! ¿Estás herido?— Pregunte al ver que el príncipe presionaba su antebrazo, mientras goteaba sangre de el

—¡¿Por qué nunca haces lo que te digo?!— Me grito en ira el cenizo

—¡De nada!— Grite ofendida, mientras mecía al bebé

—Es un soldado de wasser— Dije, refiriéndome al hombre que nos había atacado

—Y no debe estar solo, hay que largarnos ¡Ya!— Comenzó a juntar nuestras cosas, mientras yo me cambiaba de ropa lo más rápido posible

—¡¿Están bien?!— Apareció Midoriya muy preocupado

—¡Tú!— Camino furioso hacia él y lo tomó de su camisa con brusquedad —¡Sabia que no podía confiar en ninguno de ustedes!— Le grito en la cara

—¡Bakugou, tranquilízate, por favor!— Pedí por qué soltará al pecoso y aún molesto Katsuki lo soltó —¿Tienen algo que ver en esto?— Le interrogué yo esta vez a mí antiguo amigo

—No fuimos nosotros ¡Lo juro!— Fue la respuesta de Midoriya

—Ellos aún creen que es el mismo monstruo de antes...— Ochako apareció en la habitación

—¿Un monstruo podría amarme, amar a su hijo, a su familia?— Mentí por su bien, de lo contrario no me creerían

—Fue un asesino en el pasado, eso es algo que no se puede borrar con facilidad— Me contradijo

—¡Y yo también lo soy! Tú lo sabes mejor que nadie Midoriya— Gire a ver al pecoso que solo desvió la mirada reconociendo la verdad —Pero así como han perdonado mis pecados ¿Por qué deberían seguir señalando al hombre que amo?— Sentí miedo en ese momento, porque no sentí incomodidad al decirlo... —El hecho de que sea tosco o que no sepa comunicarse, no significa que no tenga un corazón amable ¡Yo confío ciegamente en él!—

—Exacto, ese es el problema, no quieres ver realmente al hombre que está a tu lado— Debatió la de cabellos castaños, tomándome de las manos

—¡No la toques!— Grito el cenizo en ira, alejándome de la mujer

—Bakugou, tenemos que irnos ¡Ahora!— Señale

—Si hay más soldados los detendremos lo más que podamos para que puedan escapar— Nos apoyo Midoriya

—¡No! No voy a volver a confiar en ustedes ¡Jamas!— Pero Bakugou ya no podía confiar en ellos —Quédate aquí con Deku— Se dirijo a mi aquel mandamiento —Ellos quieren entregar mi cabeza, pero a ti te protegerán con su vida...— Me susurro el porqué de su decisión