Marzo, como siempre, es una época incierta. Acaban de terminar los exámenes de enero-febrero y estamos en ese periodo de estancamiento antes de las vacaciones de Semana Santa, tras las cuales volvemos a estudiar.
El mes de marzo es uno de mis meses favoritos, estamos saliendo del gélido frío de enero pero el calor aún está lejos.
La primavera comienza en menos de 20 días, pero el periodo de desarme de las alergias aún no ha comenzado.
Es el momento perfecto para poder salir el fin de semana sin tener que llevar bufanda y gorro, pero también para no sufrir el calor sudando en exceso.
El verano está cerca, pero no tanto como para desanimarse pensando en qué planificar, mientras las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina.
El mes de marzo es perfecto, de transición y sin sobresaltos, sin sorpresas ni momentos fuera de lo normal.
Sí, es mi mes favorito.
Desde hace casi 5 meses, mi vida cotidiana está llena de amigos y risas, un paraíso para el Zayn de hace un año que estaba solo en su habitación dibujando sin ningún amigo de verdad y sólo disfrutando de algún que otro polvo con chicas que conocía en un bar o en una fiesta.
Hoy mi día a día está ocupado en un 90% por un chico alto y lleno de tatuajes, seguramente menos que los míos, con una enorme sonrisa capaz de derretir el corazón del más oscuro y dos ojos tan llenos de vida, de recuerdos felices y tristes, que consiguió enamorarme perdidamente después de menos de medio año.
No sé si nuestra historia será una de esas con final feliz. Una de esas historias en las que a los 80 años miras las fotos de tu adolescencia y te ríes, pero estoy seguro de que el amor que siento por Liam nunca desaparecerá.
El amor que siento por él es demasiado abrumador y poderoso para pensar que un día todo esto se desvanecerá, que los ojos que acompañan mis días y mis sueños serán sustituidos por otros que seguramente nunca alcanzarán la perfección de los de Liam.
El amor que nos acompaña desde hace cinco meses es uno de esos abrumadores hechos de pasión, discusiones y reconciliaciones.
Hemos pasado por muchas cosas y, sin embargo, como si hubiera un imán en su pecho, tiendo a volver a él siempre.
Nuestras peleas han sido por celos, por rabia inmotivada o por malentendidos, pero lo único que tenemos en común son los sentimientos demasiado fuertes que tenemos y que nos llevan a reaccionar así.
Las discusiones causadas por los celos son en un 80% culpa mía.
El más celoso de la pareja soy yo, celoso de Louis que ha tenido más Liam para él que para mí, celoso de Andy que lo ve mientras se duchan mirando su cuerpo que ahora me pertenece, celoso de la profesora que se ha sonrojado varias veces cuando Liam le ha sonreído, sonrojo que desapareció cuando se enteró que es gay y está conmigo.
Ah, sí, esa fue una de nuestras peleas: porque fui yo quien se lo hizo saber y Liam, tiempo después del suceso, en un momento de enfado, me dijo "Eres un poco infantil, ¿no crees?" ¿Mi reacción? Hice más pucheros y no le hablé durante tres días.
Se lo merecía.
A nivel de celos es ciertamente más racional que yo. Evalúa lo que ve y dice: "A diferencia de ti, yo no me alarmo por tonterías." Dios mío, cómo odio ese tono de sabelotodo suyo.
No, a mí también me encanta.
Liam es sin duda el más racional de la pareja y, sin embargo, la ira que vi en sus ojos el día que se enteró de que había besado a Gigi nunca la olvidaré. "Lo hice por ti", aún recuerdo esas palabras dichas con desprecio para herirme.

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Teach me how to love // Ziam
RomanceTraducción Esta historia no me pertenece, todos los créditos son para la autora original, RoLz__ en Wattpad. Yo solo traduzco. *** Zayn no es realmente lo que muestra ser. Detrás de la cara dura y de las respuestas picantes hay una persona frágil...