Capítulo 3

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El teléfono empieza a sonar, decido no contestar pero la persona que está al otro lado del teléfono no piensa lo mismo que yo, me giro hacia el teléfono para ver quién es pero me doy cuenta de que no es mi teléfono.

Me doy la vuelta y reconozco a la chica rubia que conocí anoche, estoy en la habitación de alguien que ni siquiera conozco con una desconocida, bueno, perfecto diría yo, un gran comienzo para haber llegado ayer.

Me levanto y empiezo a vestirme sin hacer mucho ruido. Me palpita la cabeza y tengo que volver a mi habitación cuanto antes, si Gigi se despertara ahora no sabría qué decirle. Siempre me encuentro en estos problemas y luego no sé cómo resolverlos.

Empiezo a bajar las escaleras tambaleándome y agarrándome a la barandilla, no veo muy bien, pero ¿qué mierda he bebido anoche? Mis preguntas son interrumpidas por el sonido de un vaso de plástico aplastado y yo con el culo en el suelo. Si antes sólo me dolía la cabeza ahora también me duele el culo, esto va cada vez mejor.

Me dirijo hacia la puerta para salir pero me tropiezo con un chico un poco más bajo que yo, que se da la vuelta, fulminándome con la mirada y haciendo que me quede congelado en mi sitio por sus penetrantes ojos azules.

Cuanto más lo miro, más parece que sus ojos se aclaran. Me apunta con un dedo al pecho con furia "¿qué demonios estás haciendo?" Lo miro con una sonrisa pero me llevo una mano a la cabeza, seguramente mi dolor de cabeza no está mejorando con sus gritos pero aun así decido seguirle el juego y "Amigo, ¿tienes una mala resaca?" Aludiendo a su mal humor y al olor a cerveza. Me mira una vez más y hace que me congele en mi lugar con su gélida mirada, es un poco más bajo que yo pero es bastante intimidante y estoy demasiado cansado para empezar una pelea así que decido pasar por delante de él haciendo que nuestros hombros choquen, cuando estoy casi bajo el arco de la puerta le escucho resoplar y sé que sus improperios van dirigidos a mí.

Intento recordar el camino de vuelta a mi dormitorio y tras equivocarme un par de veces me dirijo a mi habitación.

Niall no está allí y estoy más que aliviado ya que tengo que averiguar cómo lidiar con él, pero decido que lo resolveré más tarde, así que voy a ducharme, me pongo una sudadera y me vuelvo a dormir.

He dormido todo el día, pero afortunadamente las clases empiezan el miércoles para que todos los alumnos, nuevos y antiguos, puedan volver a acostumbrarse al ritmo escolar después del verano.

Durante los dos días siguientes decidí ignorar a Gigi. Después de su llamada telefónica el lunes por la mañana entendí sus intenciones y son totalmente opuestas a las mías, ella quiere, y cito, "profundizar en nuestros sentimientos" lo que para mí sólo significa una cosa: Relación. Y eso es lo último que quiero en este momento.

Pronto llega el miércoles, he pasado los dos primeros días en la universidad intentando aparentar lo menos posible y mezclarme con la gente, pero hoy empiezan las clases y así tengo que lidiar con todo eso.

El plan de mis padres era enviarme a esta escuela para mi "educación", pero seguramente deshacerse de mí para que la casa estuviera más tranquila aceleró la decisión. No pude hacer mucho con su elección, siguen siendo mis padres, pero si creen que realmente me voy a quedar aquí...

Bueno, se están engañando a sí mismos.

Durante la clase de matemáticas no presto la más mínima atención, pero objetivamente, ¿a quién le importan esos gráficos y tablas?

Veo que el chico del pupitre de al lado agita el brazo para llamarme, ya estoy a punto de gritarle cuando señala a la profesora y comprendo que ha sido ella quien le ha pedido que me llame.

Teach me how to love // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora