Capítulo 17

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Ni que decir tiene que mis ganas de volver a casa son nulas, pero cuando a la mañana siguiente suena el teléfono y leo el nombre de mi padre, me doy cuenta de que nada podría ser peor.

Contesto al teléfono y le saludo con un dulce "Buenos días." después de prometerle a mi hermana que me contendría y no lo haría enojar más, pero cuando me contesta con un "Estaré en el campus en dos horas." todas mis intenciones ya se van al carajo.

"¿Cómo que en dos horas? ¿No se suponía que ibas a venir pasado mañana?" Me levanto de la cama sabiendo que con él no hay mucho que discutir y empiezo a preparar la maleta con lo imprescindible porque ya sé que como en todas las ocasiones ya han elegido lo que me voy a poner, lo que voy a hacer y hasta cuando voy a tener tiempo de hacer pis.

"¿Y crees que es normal llegar dos días antes de la boda? ¿Te importa tan poco la felicidad de tu hermana?" Trato de ignorarlo porque, vamos, ¿qué significa eso? No es que si decido no faltar dos días a clase entonces quiero menos a mi hermana.

"Sí, tienes razón. Ahora voy a hacer la maleta." y con la misma frialdad con la que empezó a hablar termina la llamada.

Una vez que todo está listo quedan menos de 20 minutos, intento contactar con Niall y Harry aunque sea para saludar pero nadie responde ya que ambos están en clase.

Abro el chat con Liam varias veces indeciso sobre si escribirle o no. Ni siquiera sé cómo está después del incidente de la otra noche.

Decido abandonar la idea de escribirle, aunque sea a regañadientes, y me dirijo hacia la salida, consciente de lo mucho más ansioso que pondría a mi padre haciéndole esperar.

Salgo del edificio y justo en ese momento recibo un mensaje

De Harry:

Acabo de leer. Siento no poder despedirme.
Avísame cuando llegues :)

Consigo responder justo a tiempo al mensaje cuando veo llegar el coche de mi padre dentro del aparcamiento.

Miro hacia arriba esperando no arruinar esta semana pero al mismo tiempo que nadie la arruine por mí.

Durante demasiados años he callado muchas cosas que me hacían sentir mal, pero sólo me sentía mal yo. Luego, cuando crecí un poco y vi que la altura de mi padre ya no me asustaba, sino que era casi tan alta como la mía, fue cuando empecé a responder a todas las provocaciones. Pero, ¿me he equivocado? Tal vez si, porque a partir de ese momento reinaba en la casa un ambiente mucho más tenso y muy a menudo lo que yo decía repercutía en mis hermanas.

Intento ahuyentar años de frustración con un simple movimiento de cabeza mientras subo al coche tratando de sonreír al hombre que amo y odio al mismo tiempo.

"Hola Zayn." Su tono de voz ya apaga todas mis es peranzas de un posible diálogo, no es que pensara decirle nada pero esperaba al menos una pequeña charla para intentar crear una relación padre-hijo.

Después de los primeros minutos comprendo perfectamente sus intenciones de ignorarme, aunque sigo sin entender por qué.
Sí, es una persona brusca y exigente, pero no es estúpido. Debe haber una razón para esta hostilidad.

Me pongo los auriculares en los oídos intentando no pensar demasiado en el motivo y con la certeza de que alguna de las mujeres de la casa me lo dirá.

El viaje transcurre en un silencio religioso hasta que mi padre se detiene en un área de servicio y pregunta muy despreocupadamente "¿Necesitas algo?" Con la misma rapidez de su pregunta niego con la cabeza cuando ya lo veo alejarse del coche y dejarme de nuevo en el silencio religioso que me asalta desde hace unas 3 horas.

Teach me how to love // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora