Antes del Inicio

Capítulo 6

Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

—¿Pasé escondiéndome 5 largos meses por esto? ¡qué pérdida de tiempo! —se quejó la chica de cabellera negra, soltando el objeto con molestia a pesar de que hasta hace poco supo que se trataba de un botón, incluso no lo sabría aún de no ser por la joven valquiria que le exigió devolver el artefacto llamándolo como tal en medio del enfrentamiento—. Aunque... ahora que lo tengo tan cerca, es hermoso —la ladrona susurró esa declaración, observándose a sí misma sobre el reflejo del rojo rubí, fue como cuando la tentación le llamó a descubrirlo y ahora ese mismo sentimiento le obligaba a no soltarlo.

Ella no era la única sorprendida y decepcionada, pues la chica de plata cabellera detalló el objeto también, recodándose así misma observarlo desde que tiene memoria, detallando el contenedor al que tanto parecían temer y respetar, Sabía que los ocho reinos disputaron muchas discusiones por esta joya, reliquia que al final parecía ser algo vacío, un botón que obligaba a Odín mirarlo con repudio, atando a todos a la tristeza más amarga, siendo anfitrión de los lamentos silenciosos de asgard, pero aún así esa sensación de angustia no parecía se había marchado aún cuando la aparente farsa salió a la luz.

Si, era hermoso y olvidándose del enemigo quiso tomarlo entre sus manos, quiso también reflejarse en ese rojo intenso que parecía brillaba como el rojizo cielo de un amanecer en el cual se derramó sangre. Sentía que también era observada, que quería tenerlo a toda costa porque está segura que algo se esconde contradiciendo su pensamiento anterior, es una reliquia de su pueblo a la cual ella a admirado desde que era niña, no necesariamente debía ser un artefacto poderoso.

Quién sabe lo que habría hecho si no se hubiese detenido, faltaba el aire porque todo de sí se les era arrebatado, pero ya era tarde y no pararon por voluntad propia, porque en el reflejo de los brillantes metales y joyas preciosas observaron otra silueta y sobre todo un lucero que les vigilaba a sus espaldas. Supieron entonces que tal vez el artefacto no era un fiasco y toda decepción se marchó por un momento, se giraron y le vieron por primera vez al gobernante que ha existido desde siempre, comprendiendo que el rojo de ese rubí no era diferente al color de esa retina que les señalaba.

No hubo palabras, no del par de damas o del extraño que les observaba. Sus cuerpos retrocedieron por Instinto apenas fueron conscientes en su totalidad de que no estaban solas, las aves del lugar huyeron despavoridas como si la muerte acechara los alrededores, la fría brisa del sitio se detuvo y un silencio interminable llegó, sin embargo más pronto que tarde la mirada del recién llegado señaló a los alrededores, observando el escenario que se mostraba y aunque fue traído repentinamente no parecía mostrar la sorpresa que las damas mantenían.

Destructor - Capítulo 6.

—¿Quién ha solicitado mi presencia? —La cuestión fue la primera voz que se dio y la primera frase que anunció el horror que trae consigo, no lo olvidarían, nunca.

Recordaba estar observando unos luceros apagados y tan violetas como la flor lavanda más brillante, pero ahora se encontró en un lugar nada agradable a la vista, un sitio opacado por alguna clase de poder que ha sumergido esas tierras, no se mostró arrogante ni con molestia a pesar de su pregunta, pero aún así las féminas frente a él no se molestaron en contestar, un grave error y pronto sintieron el costo de no atender a sus palabras.

El suelo se agrietó fuertemente, las rocas sueltas sobre la tierra comenzaron a flotar y tan pronto ese ojo parpadeó, todo un inmenso poder se desató y no pudieron verlo con detalle, pues se vieron obligadas a cubrir sus ojos, sin embargo cuando los abrieron fue una situación completamente distinta, porque no vieron nada de lo que antes había, nada más que tierra árida hasta donde la vista les podía dar