Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
Su orbe no dejó de mirar a la dama de cabellera celeste que se revolcó ante la presencia de quien se dice es el ser más importante del universo.
Se preguntó más de una vez si el destructor era real, no es como si no creyese en él, es solo que a diferencia de Labriel, nunca en su vida le había mirado en persona, nunca hasta este terrible día.
—Lo-lo- —balbuciendo buscó entrar en razón y como pudo se inclinó después frente a los pies de la deidad.
—¡Lo siento! —chilló en un fuerte grito. —¡De verdad lo siento, no quería causar problemas, lo lamento! —continuó hablando y llorando de forma infantil, tan escandalosa que incluso llegó a fastidiar a las brujas que acompañaban a las deidades.
—Qué se supone que hacías dejando tu lugar de esta forma? —el destructor preguntó con fría voz, aún sentado en el trono que le pertenecía a la ya llamada Aqua.
—Yo no quería dejarlo, lo juro por favor, me secuestraron contra mi voluntad! —continuó explicando mientras un pequeño charco de lágrimas se formó bajo ella.
—¿Qué no sabes lo importante que es tu cargo? — continuó indagando fríamente y luego abrió un cajón del mueble cercano, en donde encontró muchas bolsas de comida que muy seguramente debían haber sido extraídos de mundos humanos. —Tú eres la llave que conecta el mundo humano y a los Reinos Imperecederos, parece que no entiendes la importancia de tu cargo —continuó hablando quien se dice es el verdugo de todo lo existente.
—¡Yo quería volver, se lo juro! —continuó llorando, con la frente sobre el frío suelo. —Le suplico que me perdone, señor! —la mirada sin expresión señalaba a la guardiana de ese sitio, pero luego, simplemente con parpadear, transportó a la chica del oscuro manto a su lado causando sorpresa en quienes parecían más ajenas a todo.
—Levanta la mirada —habló secamente hacia quien su llanto infantil no dejaba de desbordarse.
—La dama de aquí es responsable de utilizar su poder y raptar a un humano común, además de aprovecharse del poder mágico para crear un ciclo temporal —comentó y cortésmente señaló a la bella bruja cuyos ojos brillaban por la cólera que todo esto provocaba, pero quien se suponía era la encargada de eso no continuaba de dejar llorando. —Nada de eso habría ocurrido si tus servicios hubiesen cumplido como se supone tiene que ser —comentó Labriel flotando alrededor de la chica.
—No mienta señorita aqua, en el fondo pareces no tomar enserio mi título ¿verdad? —con voz calmada supuso.
—E-eso no es cierto mi señor —respondió la chica aún sollozando. —Yo-yo... —quiso continuar hablando, pero la voz del proclamado destructor le calló.
—según tu registro, las almas que pasan por tu servicio tus manos, califican como poco agradable —acompañando su voz, el destructor acercó el pergamino a los celestes ojos de la chica. —Comúnmente, se supone que un guardián debe ofrecer una confortable bienvenida a las almas que se merecen el descanso en las tierras imperecederas, pero tú te burlas de sus trágicos decesos, ¿No se supone que hay algo que está mal aquí? —finalmente preguntó señalando a Aqua con su fría mirada.
—Vamos, no seas tan duro —dijo Labriel que flotando se posicionó a un lado de la chica. —Según este informe no hace mucho que reemplazó al anterior, aún es novata —continuó diciendo, defendiéndola de la ira del destructor.
—oh, claro que podría hacerlo, si al menos su deseo por cumplir con sus labores le hubiese hecho arrepentirse, tal vez podría considerarlo —Respondió el hakaishin.
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Antes del Inicio
Fanfiction¿Qué pasó para que todo terminase de esa manera?. El que una vez fue considerado un saiyajin tonto y adicto a la lucha ahora no es más que aquel que trae fin a mundos enteros. su pasado y todo de él es desconocido. PERSONAJES E IMAGENES UTILIZADOS E...