Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
No comprendió muy bien a lo que sea que se refería, pero su atención se centró enteramente en el rostro de la deidad, tenía mucha curiosidad, quería saber más de él y era inevitable, estar a su lado era algo que debería apreciar de cualquier manera, porque ella era testigo de su actuar, no era como los dioses que ella conocía, se notaba la responsabilidad que debe cargar con su título el cual no simplemente es un término para intimidar, es un deber que tiene que cumplir.
—¿En verdad hay más mundos allá afuera? —preguntó la dama de cabellera plata que se recostó en el balcón esperando escuchar más.
—Hay muchos —contestó la deidad sin separar la pluma de sus dedos, su voz se tornó aún más suave y cautivadora que le incitaba a seguir escuchando, porque son muy pocos los oídos que le han percibido de esa forma —Hay mundos antiguos, hay mundos jóvenes y mundos que están naciendo —continuó.
—¿Y usted ha visitado todos esos? —Las preguntas no dejaban de aparecer, pero La dama valkiria pensó que estaba bien, no sentía que molestaba al destructor porque no había pausas en su trabajo y su voz no tenía la intención de cortar la conversación.
—Es mi deber a visitar cada uno de ellos, ese es mi trabajo —Respondió el destructor y fue cuando enrolló el pergamino que traía consigo, porque pareció concluir con el informe, luego levemente giró a ver con el rabillo del ojo a la valkiria, haciendo una pausa para admirar la luz de la luna reflejarse en cada uno de esos plateados hijos que se mecen con suave brisa de la noche, tal vez avivando un vago recuerdo que se niega a desaparecer de su mente.
—Dime Valkiria; ¿Cual es tu nombre? —la pregunta nació repentinamente, mientras a través de sus ojos pudo ver a alguien más y ella le miró también, encontrándose y extendiendo ese momento en un fugaz momento que pareció volverse eterno, reflejándose en aquella divina retina apagada.
—Rossweisse —al fin respondió y su voz concluyó con el instante, porque ahí fue cuando él dejó de señalarle.
—Ya veo... —Respondió. —Haré una visita el día de mañana ve a descansar guerrera de odín, que las penas que acompañan mi presencia aún no terminan —con esa frase finalizó la conversación, porque ahora su mirada señaló al frente, donde el cielo del inframundo mostraba su inusual color. De pronto el viento sopló fuertemente y las cortinas se mecieron con fuerza, entonces ella abrazó sus descubiertos brazos y se dirigió hacía la cama en busca de calidez.
Destructor-Capitulo 9.
Una nueva mañana llegó, el sol artificial del inframundo trajo calor a la piel de aquella pelinegra que yacía desordenadamente en los aposentos que se le asignaron, pero eso no fue lo que terminó con su sueño, porque lo que sí le trajo a la realidad fueron los constantes golpes que de la puerta podían escucharse.
—¿Estás ahí? —la voz de la guerrera de odín se escuchó al otro lado y ante la carente respuesta abrió la puerta encontrándose con Kuroka que somnolienta apenas despertaba.
—¿Qué pasa? —preguntó despreocupadamente.
—¡Hay una junta con los Gobernantes de Grigori en Media hora, debes levantarte ya! — dijo Rossweisse molesta, pero a la chica con orejas de gato no pareció importarle.
—¿Por qué me gritas?, No es como si ellos pudiesen hacerme algo o mi presencia dejase o no de afectar —respondió levantando sus hombros.
—No quieres hacerlo enfadar, estás catalogada como su "Acompañante" y debes estar presente —Reprochó la oji esmeralda.
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Antes del Inicio
Fanfiction¿Qué pasó para que todo terminase de esa manera?. El que una vez fue considerado un saiyajin tonto y adicto a la lucha ahora no es más que aquel que trae fin a mundos enteros. su pasado y todo de él es desconocido. PERSONAJES E IMAGENES UTILIZADOS E...