Una Rubia muy especial

Capitulo 15

Anastasia parpadeó, pero Mia no pareció darse cuenta del evidente machismo de la frase. Tal vez pensara que él no hablaba en serio, pero Ana si se daba cuenta de la critica evidente que encerraba la frase.
----No me he comprado casi nada. Ha sido Anastasia la que ha comprado más cosas. Toneladas de vestidos nuevos ...me ofreció comprarme algunos a mí , pero no me parecía que yo los pudiera llevar .
----Pobre Anastasia . ¿ Es que mi hija está resultando difícil de corromper?
    Ella le sonríó levemente mientras Mia se reía.
---- Vamos , papá ; hay algo diferente en  mi desde esta mañana ---dijo Mia moviendo sugerentemente la cabeza de lado a lado.
--- Te has perforado las orejas--- dijo Christian poniéndose tenso .
---Si . ¿ Te gustan?
    Hubo un momento de ansiedad y luego Anastasia lo vio relajarse.
--- Te sientan muy bien.  Me alegro de que prefieras las cosas elegantes a los aros ostentosos en las orejas .
   Mia miró a  Anastasia y se rió cuando recordó lo que habían hablado en la tienda.
    Christian se dio cuenta de ese intercambio de miradas.
----¿  Eso fue antes o después del Porsche?
---- Oh,  antes ---respondió Mía---. ¿ De verdad que no te importa,  papá?
    Él la tomo de la mano y se la apretó.
---- Realmente,  sí que me importa,  pero solo porque me hace darme cuenta de que mi niña es mayor de lo que pensaba. No me vengas a enseñar cada cosa que te compres. Tienes derecho a tener tu intimidad y tu independencia y eso me excluye a mi. Soy un egoista, supongo, pero me alegro de que sigas respetando mis puntos de vista lo suficiente como para preguntarme mi opinión. ¡ Aunque sea después de los hechos!
----Pensé que debia preguntártelo antes, pero Anastasia me dijo que ya era suficientemente mayor como para tomar mis propias decisiones.
----¿Si?
----Bueno, lo es---dijo Anastasia a la defenciva.
----Oh, estoy de acuerdo. ¿ No acabo de decirlo?
-----Yo creia que podia doler, pero Anastasia ni se inmutó, asi que supe que no debia hacer daño, ya que me habia dicho que  ella es una cobarde con el dolor...
---- Bueno , ya veo que tú también te has perforado las orejas . Es todo un ejemplo de  lo que puedes atreverte hacer delante de una adolescente impresionable. ¿ Te duelen?-- le pregunto él extendiendo la mano y acariciándole el lóbulo de la oreja.
   Ella se estremeció y él se dio cuenta.  Estaba claro que se estaba riendo de ella,  ya que sabía que esa reacción suya no tenía nada que ver con el dolor.
----Sólo me molesta un poco--respondió ella apartándose.
----¿ Como tu conciencia?
Luego Christian se dirigió de nuevo a su hija y añadió:
----Supongo que debo pensar que tengo suerte porque no hayas vuelto tú tambien con otro Porsche.
----Todavia no sé conducir--le recordó Mia----. Algunos de mis amigos se han sacado ya el carnet nada más cumplir los quince años....
Christian se estremeció y la cortó en seco.
----Anastasia no te va a enseñar a conducir ese Porsche . Y a ti ni se te va a ocurrir pedírselo.
----Pero tú si que que lo harás, ¿ verdad papá? Asi no tendré que pedirle a la abuela que me lleve a todas partes cuando tú no estés.
----No te creas que lo de tener un carnet conlleva forzosamente tener coche propio--le advirtió Christian empezando a tomarse su sopa ----. Vas a necesitar por lo menos un año de experiencia conduciendo antes de que piense comprarte uno. Me gustaria enseñarte yo mismo, pero creo que será mejor que vayas a una autoescuela.
----¿Quién te enseñó a ti a conducir, Anastasia?---le preguntó Mia buscando evidentemente una aliada.
   Anastasia, que nunca antes habia probado el caviar, estaba descubriendo que no le gustaba nada.
----Mi hermano,  Jason.
----No sabia  que tuvieras un hermano--dijo Christian con curiocidad.
   Anastasia se dio cuenta entonces de que no podia seguir comiéndose aquello.
   ----Estaba delicioso---mintió mientras apartaba el plato fuera del alcance de su olfato.
----El caviar me parece asqueroso. La abuela lo sirvió en una de su fiestas. No sé cómo te puede gustar---afirmó Mia haciendo un gesto de asco.
----No le gusta.
----Sólo queria probarlo.
----¿ Vas a probar sólo todo lo demás que has pedido?
   Ella se encogió de hombros.
----No lo sé. Vivo el momento.
Por lo menos habia logrado que él olvidara de Jason.
   Por suerte para su estómago, era cierto que estaba hambrienta, asi que se dedicó con fruición al siguiente plato que habia pedido. Por suerte, el venado con salsa de arándanos estaba delicioso.
----¿ Está bueno?
----¡ Fabuloso!
----Bueno, tal vez sea este un buen momento para sugerir que puede ser  una excelente idea que alguien te dé unas cuantas lecciones  de cómo conducir un Porsche de forma que no llames la atención de más policias amistoso.
   Anastasia casi se atragantó.
----¿Como quién ?
----Bueno, yo he tenido uno o dos coches deportivos, cuando era joven. Cuando tenia más testosterona que sentido común. Creo que te podria dar algunos consejos valiosos.
----Gracias, pero no creo...
----Yo creo que deberias , Anastasia--intervino Mia tranquilamente---El hombre que  mató a mi madre llevaba un coche de alquiler y, al parecer, se equivocó de marcha cuando trataba de evitar un choque y fue por eso por lo que se estrelló contra el de mi  madre.
----Oh, no lo sabia.
---- A papá se le da bien explicar cosas y tiene mucha paciencia. No te gritará si haces algo mal.
----Consideralo un pequeño favor a cambio de un agradable almuerzo. ¿ Quedamos en dar una vuelta con tu coche esta tarde?
----Lo siento estaré ocupada--le contrstó Anastasia muy sastifecha---. Tendré que apresurarme a volver a casa para arreglarme.
----¿ De copas otra vez?--le preguntó él, sardónicamente.
----No, estoy recibiendo lecciones de cocina tailandesa.
----Muy bien. ¿ Mañana entonces?
----Mañana es sabado--le recordó ella.
----Mejor.
----No para mi. Voy a estar fuera todo el fin de semana.
  La fria mirada de él se puso alerta.
----¿ A dónde irás?
----Al campo con mi club de montañismo. No esteremos de vuelta para hasta el domingo por la noche.
  Christian frunció el ceño.
----¿El lunes?
  Anastasia se lo pensó.
----Francés de iniciación.
----¿ Martes?
---Tengo una cita.
---¿ Con quién?
Ella se encogió de hombros.
---- Con nadie que conozcas.
----¿ A ver?
----Se llama Greg Pollard.
----¿ Qué hace?
----Tiene algo que ver con viajes, creo.
----¿ Crees? ¿ Es que no lo sabes?
----Bueno, todavia no lo conozco.
----¿ Qué es? ¿ Una cita a ciegas organizada por algun amigo? ¿ O es que has puesto un anuncio en el periodico?
----No, claro que no---dijo ella respondiendo a su sarcasmo con la tranquilidad que se merecia----. Me he unido a un servicio de citas por ordenador. Me garantizan seguridad y un setenta por ciento de compatibilidad.
----¡ Citas por ordenador!
----Creia que dijiste  que no gritaba nunca--le dijo Anastasia  a Mia, que estaba mirando la cara roja de su padre como facinada.
----Lo siento, pero...¡ Maldita sea, Anastasia! ¿ Sabes el riego  que estas corriendo? Un ordenador  no puede hacer juicios de caracter. Las personas no suelen ser sinceras respecto a ellas mismas al dar  sus datos. Esas organizaciones son el campo abonados para hombres de toda clase y psicopatas que  se aprovechan de la gente solitaria y desesperada.
----Greg me pareció muy agradable
Por telefono...
----¿ Le has dado tu número?---le preguntó él como pasmado.
----¡ Por Dios ! ¡ No soy tan  estupida! El servicio me dio el suyo y yo  lo llamé a él...
  El resto del almuerzo le produjo una fuerte indigestión a Anastasia, ya que se vio obligada a soprtar todo lo que dijo Christian acerca de los peligros de ser demasiado confiada.
   Para cuando la exorbitante cuenta llegó, veinte minutos más tarde, incluso Mia parecia estar un poco afectada. Fue un pequeño consuelo cuando, más tarde, le dijo que  ella era la unica persona que habia logrado hacer que su padre perdiera el control.