CAPITULO 29.

96 13 0
                                    

Me había cambiado de ropa, estaba muy nerviosa. Ver a Alex en ese estado me hizo volver loca.

Estaba pensando como escapar de mi casa sin ser vista, iba a ser muy complicado. Juan estaba muy pendiente de mi y luego esta la gente de fuera, que vigila mi casa.

Llamé a Roberto a mi habitación, tenía que ayudarme y sabía como.

- Me has llamado Amelia?.

- Si, necesito tu ayuda.

Puedes llevarte a Juan a tu cuarto?.

Necesito salir un momento y nadie lo puede saber.

- Amelia a pasado algo?.

No quiero que te pase nada y es demasiado peligroso.

- No te lo pediría si no fuera muy importante, se cuidarme sola y me debes un favor.

- No me pidas esto por favor, se que algo estas tramando y no será nada bueno, seguro.

Pero lo haré por ti, pero prométeme que tendrás muchísimo cuidado y que volverás sana y salva.

- Te lo prometo, otra cosa.

Por si no volviese y pasase algo, dile a mi padre que llevo el reloj.

- Amelia!!.

- Tu sólo díselo, el sabe a lo que me refiero.

Pero solo si no vuelvo, o pasa algo.

- Déjame ir contigo!!.

- No puede ser, tu tienes que entretener a a Juan.

- Vale, pero ten cuidado.

- Siempre lo tengo.

Salió de mi cuarto en busca de Juan, yo estaba terminando de vestirme y vigilando los guardias de fuera.

Sabía que  cuando hicieran el cambio de turno se quedarían hablando, y que ese era mi momento para escapar.

Escuché la puerta de Roberto cerrarse, esa era mi oportunidad de escapar.

Bajé las escaleras lo mas silenciosa posible, miré por la ventana a que llegara el cambio de turno.

En cuanto vi acercarse las luces del coche, me acerqué a la puerta trasera y salí por allí.

Por suerte para mi, nadie me vio y pude escapar.

Ya había recibido el mensaje de Gianmarco, con la dirección y cogí un taxi.

No sabía ni como me había salido todo tan bien, solo pensaba en salvarle la vida a Alex y no pensé en las consecuencias.

Podía salir todo fatal, pero me daba igual. Solo quería que Alex no sufriera ningún daño, o por lo menos no mas de lo que ya había recibido.

Llegué al lugar donde Gianmarco me había dicho.

El estaba esperándome en la puerta, era una fábrica abandonada. Yo jamás la había visto, ni pasado por allí.

- Hola princesa!!.

Me echabas de menos?.

- Donde está alex?.

Como le hayas hecho algo lo lamentarás.

El se rio en mi cara y me dijo que era muy poco hombre.

Entré corriendo dentro de la fábrica, no hacía mas que decir su nombre. Pero nadie me contestaba.

Cuando llegué a unas escaleras, vi a un hombre muy grande al final de ellas.

Le pregunté que donde estaba y me señalo una puerta.

Solo amigos???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora