CAPITULO 43.

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Natalia llegó tarde para poder ir de compras, pero pronto para ir a cenar. Alex y yo fuimos a buscarlos al aeropuerto y le habíamos cogido una habitación en el mismo hotel, donde nosotros estamos.

- Nena!!!!!!.

Su grito era inconfundible, Alex nada mas verla se echó a reír. Mi amiga era siempre tan discreta, que nadie se enteraba de que llegaba.

Víctor intentaba hacerla callar, pero sus intentos fueron  en vano. Ella era escandalosa por naturaleza y nadie la cambiaría.

- Como estás amiga?.

Te veo estupenda, no has cogido ni un kilo.

- Eres muy graciosa!!.

Estoy redonda, pero te agradezco, que intentes hacerme sentir mejor.

Víctor apartó a su mujer y me dio un abrazo, de esos en los que hace que me tiemblen las piernas y me dijo al oído:

- Sigues estando igual de follable, que el día que nos conocimos.

Como siempre hacía ese hombre, me empezaron a temblar las piernas y a mojar mis bragas. Era inevitable.

Le di una sonrisa picarona, una de las mías y el me besó en la frente. Mas tarde abrazó a Alex en modo amigos para siempre y nos dimos media vuelta, para ir hacia el coche, que mi padre había alquilado.

- Siento no haber podido llegar antes, es que mi señor esposo tenía un asunto muy importante, que cerrar antes de poder venir.

La mirada que le echó dio miedo, pero Víctor ni se inmutó.

- Le dije que me venía yo primera y que el viniera cuando pudiese. Pero no me dejó.

- No voy a dejarte que viajes sola y menos embarazada de mi hijo.

- QUE??.

Ya sabéis el sexo del bebé y no me lo habéis dicho?.

- Víctor!!.

Era una sorpresa, siempre tienes que joderlo todo.

El me miró, sonrió y dijo:

SORPRESA!!.

Los cuatro nos echamos a reír, por la broma. Víctor no era muy de hacerlas, pero cuando lo hacía era muy gracioso.

- Que bien Natalia, así mi niña tendrá novio y mis consuegros me caerán bien.

A Alex le empezó a temblar la voz y nos dijo que no corriéramos tanto.

Víctor le dio una palmadita en la espalda y le dijo que no luchara contra nosotras, que era caso perdido.

Entonces las dos nos pusimos a hablar de nuestros dolores, nauseas y demás cosas del embarazo y los chicos se fueron al balcón de la suite, con dos cervezas en la mano.

Quedamos todos a las nueve para cenar en el restaurante de Ernesto, ese siempre era nuestro punto de encuentro.

Mi madre también había llegado a Roma, así que ya solo me faltaba por llegar, mis amigos de la universidad.

Logan, Andrew que vendría con su nueva novia, Jacob que ya me dijo que en cuanto tuviera a la niña me pondría en forma, Mason que dijo que se encargaría de la música y Liam.

Estaba deseando que llegara el gran día, tener a toda mi gente reunida y pasar un gran día con todos ellos...

Ya estábamos todos sentados en la mesa, disfrutando de la buena comida de Ernesto, cuando Natalia miró a todas las chicas que estábamos en la mesa y dijo:

Solo amigos???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora