CAPITULO 56.

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Pasé la siguiente semana, yendo a ver a mi hija y pasar el día con ella, se me estaba haciendo muy duro. No poder llevármela a casa y disfrutar de ella.

Alex venía conmigo pronto al hospital, pasaba un rato con nosotras y después se iba al trabajo.

Mi padre no abandonaba el hospital, a no ser que fuera para ducharse o comer algo. Nos hacíamos compañía el uno al otro.

Hasta que nos dieron la buena noticia, de que ya nos la podíamos llevar a casa, fue una alegría enorme. Pensábamos que sería mas tarde, pero estaba cogiendo el peso necesario y todo estaba correcto.

En casa, lo teníamos todo preparado y organizado para la niña, mi madre, se había encargado de comprar todo lo que nos faltaba.

Habíamos hecho unos cuantos cambios en la casa, ya que los recuerdos, de aquel fatídico día, estaban presentes.

Así que al cambiarlo todo, parecía que era una casa diferente.

Alex y yo fuimos al hospital a buscar a Venus, mi padre nos dejó ir solo a nosotros ya que era algo que teníamos que hacer.

El momento que en nos entregaron a la niña y la vestimos, con ropa normal y no esos pijamitas horribles. Me entraron ganas de llorar.

En ese momento me daba cuenta, que ella era mía y que la tenía que cuidar, de aquí a la eternidad.

Se que me puse en plan filosófica, pero era lo que sentía en ese momento.

- Por fin, la podemos llevar a casa amore mio!!.

- No veía la hora, de tener a mis dos mujeres en casa y disfrutar de vosotras.

Espero que tu padre, nos de un poco de espacio, para poder adaptarnos a ella.

- JAJAJAJAJAJA.

Creo que lo vamos a tener un poco difícil, está loco con la niña y el tiempo que esté aquí, lo va a querer disfrutar al máximo.

- Lo se, pero de sueños también se vive, no?.

- JAJAJAJAJAJA.

Te quiero tanto Alexandro, que a veces hasta me duele.

- Si tu supieras el amor que siento por ti....

- SHHHHHHHH!!!!.

- Lo se, lo se!!.

La primera semana de la llegada a casa de Venus, fue dura. No tener experiencia con bebes y mi padre allí, sin dejarnos hacer nada, se estaba volviendo todo un caos.

Menos mal que mi marido, era muy bueno y no se quejaba en absoluto, era yo quien me quejaba todo el rato.

- Papá, si no me dejas hacer nada. Como voy a ser una buena madre?.

Necesito tiempo a solas con mi hija, por favor!!.

Se que quieres ayudar, pero por favor dame un poco de espacio.

- No quieres que esté aquí hija mía?.

Se que se sintió dolido y decepcionado, pero me estaba ahogando y con la depresión post parto que también cogí, no ayudaba en absoluto.

Estaba dolorida en toda la parte genital, el culo estaba lleno de puntos y no podía hacer de vientre, por el dolor que sentía. Y además de todo, estaba la raja que me hicieron encima de mi zona mas íntima.

Me dolían hasta las pestañas, pero lo peor de todo, era el no poder controlar las lágrimas.

No se como Alex me aguantaba, creo que por eso empezó a trabajar tan pronto. Para no tener que aguantar mis cambios de humor tan repentinos.

Solo amigos???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora