CAPITULO 51.

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La policía nos dio permiso para entrar en nuestra casa, tenía ganas de volver, aunque con el miedo, de que los recuerdos volvieran.

Fue una de las peores noches de mi vida y no quería volver a recordarla.

Alex estaba en el trabajo y me dijo que cuando saliera me vendría a buscar, he iríamos allí. No quería que fuera sola, por si me daba algún ataque de los míos y el no estuviera cerca para poder hacer algo.

Había estado pensando mucho en el padre de Gianmarco y su hermana, sabía que ella se había ido de Roma, pero el padre seguía aquí.

Ya iba siendo hora de hacerle una visita y ver como estaba, pedirle perdón por lo sucedido. Quería cerrar esa etapa y tenía que hacerlo yo.

Me dirigía a su casa y no paraba de pensar en que decirle, de que manera le podía decir a un padre, que sentía haber matado a su hijo.

Ya se que no fui yo, pero fue por mi.

Estaba en la puerta de su casa y respiré hondo, una vez iba a tocar la puerta, ella se abrió, dándome un susto de muerte.

Ahí estaba un padre, con muy mala cara y muy delgado. No estaba como la última vez que lo vi.

- Que susto!!.

Dije al abrirse la puerta.

- Escuché un ruido y vine a ver que pasaba.

Hola Amelia, te veo muy bien!!.

- Bueno si un poco redonda.

- Pasa, no te quedes en la puerta.

Entramos y nos dirigimos al salón, me dijo si quería tomar algo y le dije que no.

- Para que has venido Amelia?.

- Bueno, en fin, yo quería ....

- No tienes que pedirme perdón por nada, se lo que te hizo pasar mi hijo y yo soy el que te tiene que pedir perdón, por no haber estado mas atento de las cosas que hacía mi hijo.

La policía me contó todo lo que pasó ahora y en el pasado y de verdad que lo siento.

Se le llenaron los ojos de lágrimas y no podía continuar hablando.

- Tu no tienes la culpa de nada de lo que el me hizo, por eso he venido, para ver si las cosas te van bien y pedirte disculpas por lo ocurrido. Por no haberlo hecho mejor, no ayudarlo a tiempo. No se, me siento culpable, yo lo quise mucho y mira como acabó.

Su padre ya era un mar de lágrimas y me dijo que jamás pensara, en que yo hubiera tenido la culpa de nada de lo que pasó.

- Amelia, siento hacerte esta pregunta, pero necesito saberlo.

Ese hijo que llevas es de el?.

Sentí un escalofrío por todo el cuerpo, solo pensar en que mi niña pudiera ser de el.

- Lo primero es una niña y se llamará venus.

Y no es de tu hijo, es de Alexandro.

- Siento haberte importunado, pero es algo que debía saber.

Espero que de vez en cuando vengas y pueda ver como crece esa pequeña, yo te cogí mucho cariño Amelia y espero no perder el contacto nunca.

Salí de esa casa pensando, que no sería capaz de volver a verlo en mucho tiempo. Tenía muy reciente lo de Gianmarco y todavía dolía muchísimo.

Pasé el día en el restaurante de Ernesto, echándoles una mano, echaba de menos esos momentos y así que mientras me fuera posible los disfrutaría.

Vinieron mis compañeros de la sede a comer, como hacían desde años. 

Solo amigos???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora