CAPITULO 59.

89 12 0
                                    

Ya se veía la luz del día, por lo que me di cuenta que habíamos pasado la noche allí los tres.

Fue una noche maravillosa, tengo que reconocer que repetimos unas cuantas veces. Lo habíamos echado mucho de menos.

Estábamos los tres tumbados en la alfombra, yo en el medio de mis dos hombres. Los que me habían hecho pasar una noche magnífica.

Noté como una presencia, me daba miedo mirar, no sabía que me podía encontrar, podía ser que fuera mi imaginación.

Alex y Víctor, estaban completamente dormidos, me daba pena despertarlos, pero después de todo lo que me había pasado en mi vida, me había hecho ser mas precavida.

En ese momento escuchamos:

- MUY BONITO!!.

Yo en la cama descansando y vosotros aquí montan dos una orgía sin  mi!!.

Me asusté al escuchar a mi amiga, los chicos también se asustaron. Ya que se levantaron los dos al momento.

Mi cara fue de sorpresa, mire a Víctor con cara de sueño y con cara de no entender nada.

El nos dijo, que ella lo sabía. No quería problemas con mi mejor amiga.

- Tu me echaste amor, ya no recuerdas lo que me dijiste, en el momento que te quería dar placer con mi boca?.

- Pensaba que no lo harías, pensé que irías a por un vaso de agua y que volverías.

- A eso fui, pero después de lo que vi aquí, ya me quedé.

No te enfades amor!!.

- Lo siento Nati, pensé que lo sabías, si no, no lo hubiera hecho.

- No estoy enfadada contigo Amelia, si no con el, por no venir a buscarme. Yo también quería, lo que ayer estaba muy cansada y me quedé dormida enseguida.

Vi una sonrisa en los labios de su marido, la cogió en volandas y la metió en medio de nosotros.

Comenzaron a besarse y yo tenía una sonrisa en la cara, sabía lo que nos deparaba esta acción y lo estaba deseando.

Miré a Alex con mi cara de pervertida, no tuve que decir nada para que Alex se nos uniera a la fiesta.

Eso era una fiesta de cuerpos, brazos, manos, bocas...

Todo muy caliente y sexi, no se como acabamos todos desnudos, delante de la chimenea ya apagada, no hacía nada de frío, ya que nosotros estábamos bastante calientes.

Natalia y yo nos besamos, me encantaba besarla, tenía unos labios muy jugosos y blanditos. Lo mejor de todo, es que no me pichaba como nos hacían nuestros hombres. Las dos estábamos de rodillas de frente y nuestros maridos estaban colocados detrás de nosotras.

Alex me besaba la espalda, mientras notaba su miembro duro en mi culo. Le quise dar mas acceso a mi, ya que estaba muy caliente y lo necesitaba dentro de mi.

Sin parar de besar y acariciar a mi amiga, me coloqué en cuatro para que pudiera follarme sin ninguna dificultad.

Víctor, que no paraba de tocarme, mientras acariciaba también a su mujer, nos miraba con deseo.

Alex, me dijo en el oído para que nadie lo pudiera escuchar:

- No sabes como me pones!!.

Que sepas que no voy a ser nada dulce, te voy a dar duro y quiero que te corras conmigo, no antes entendido?.

Le hice un gesto positivo con la cabeza y sin pensárselo dos veces se hundió en mi, con mucha fuerza y muy rápido. Me hizo un poco de daño al principio, no lo esperaba así de rápido y me sorprendió.

Solo amigos???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora