Entramos en unos de los cuartos que habilitaron para mi personalmente, mi madre entró por la puerta, con una sonrisa en la cara.
- Hola hija, estás preparada para uno de los mejores días de tu vida?.
- Si que lo teníais bien escondido no.
Quien lo planeó todo?.
- Fue Alex, el día que firmamos la compra de la casa, habló con nosotros. Nos dijo que tu querías una boda, sin estar embarazada y que esta casa era perfecta para ello.
A tu padre y a mi nos pareció una magnifica idea, por ello nos pusimos manos a la obra, con las reformas. Queríamos que todo estuviera listo, lo antes posible y poder darte esta sorpresa.
Hablamos con Natalia, para que se encargara de todo lo referente a ti. Vestido, peinado y todas esas cosas.
Ella es la que mejor te conoce, sabe tus gustos y tus medidas. Siento que te hayas sentido un poco desplazada, pero era para poder darte esta sorpresa, que espero te haga feliz.
Miré a mi madre, luego a Natalia, después a mi madre otra vez. Pegué un grito de alegría y me abalancé sobre ellas.
- Estoy feliz, es gracias a vosotras y a todos!!.
Y la niña?.
Que le pondremos?.
No le he comprado nada!!.
Mi madre, que ya lo tenía todo pensado, me respondió.
- Te acuerdas del vestido rojo que compramos en aquella tienda?.
Le contesté que si.
- Pues ya sabes, que es lo que llevará.
Daniel irá a buscarla en un rato, para que Alex se pueda arreglar tranquilamente y nosotros nos encargaremos de ella.
- Pero no os dejará arreglaros a vosotros?.
- Tu por eso no te preocupes, entre tu padre y yo nos apañaremos.
Además, déjanos disfrutar de nuestra pequeña y ejercer de abuelos.
Le sonreí con todo el cariño del mundo y asentí. Quien mejor que ellos, para cuidar de mi princesa.
Mi madre se marchó, diciendo que nos dejaba a hacer a las jóvenes. Le di un abrazo, un beso y salió por la puerta.
- Bueno, me piensas enseñar el vestido que voy a usar en mi segunda boda?.
- Tu confías en mi?
- Claro que confío, eres mi alma gemela y daría mi vida por ti.
- Hay Amelia, no digas esas cosas que me pones mas tonta.
Se acercó a mi y me besó, fue uno de esos besos que te pedía mas. Me estaba calentando de tal manera, que no sabía si sería capaz de parar.
Nos empezamos a acariciar, de forma sensual y sugerente. Sin parar de besarnos, estaba demasiado caliente, llevaba mucho tiempo sin tener sexo. La cuarentena y la falta de sueño, había conseguido que Alex y yo apenas nos tocáramos.
Cuando la cosa se estaba calentando mas de la cuenta, abrieron la puerta de golpe. No nos dio tiempo a separarnos, ya que la persona que entró, nos vio en plena acción.
- Molesto??.
- Víctor no sabes llamar??.
Su sonrisa se hizo mas amplia y no tardó ni cinco minutos, en meterse entre las dos.
- Gracias, a que no he tocado, y he visto a mis dos mujeres favoritas metiéndose mano y no sabes lo duro que me pone eso.
Puso una sonrisa picarona, se abalanzó a su mujer y la besó con rudeza, como sabía que a ella y a mi nos ponía como locas.
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Solo amigos???
Romansa( segundo libro de la biología amigos con derecho). Amelia ahora vive en Madrid, está embarazada y sola. Se buscará a si misma de un modo más erotico y sexual. Con la ayuda de su amiga Natalia conocerá lugares, personas, que la ayudarán a conocerse...