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Cristian Sallow

2014

Situación actual: entrando en pánico.

No tengo idea de cómo lo hizo, pero mamá logró convencer a mi padre de que llevaran a Chase al hospital porque tenía la piel muy quemada e irritada, se veía muy mal.

Aún no sé lo qué pasó realmente porque lo único que ha hecho Chase, desde el viernes en la noche hasta hoy sábado en la tarde, ha sido llorar y quejarse sobre que le dolía todo.

Y ahora me encontraba yo solo en la azotea de mi casa, escuchando música con el volumen al máximo, viendo un nido con un par de huevos que estaba por ahí.

El paisaje de hoy era lindo y me distraía, me gustaba. Las nubes estaban muy oscuras, se movían rápido, llovería en la noche seguramente.

El desierto se veía desde aquí, las montañas, el río se veía oscuro desde lo lejos. Recordé el Puente de los Suicidios, quería ir, no estaba lejos de aquí, pero aún así no pude verlo desde aquí arriba.

Me preguntaba en dónde podría estar la madre de los huevos del nido, no la había visto y llevo al menos una hora aquí sentado tomando algo de sol, aunque este era muy opaco y aburrido, como las canciones de la playlist que estaba escuchando.

Había un huevo que estaba roto y vacío, no sé qué le habrá pasado a ese polluelo, pero los otros dos huevos estaban —o parecían estar—bien intactos.

No he hablado con Noémie desde hace unos días, luego de que la castigaran a estado un poco... ¿desorientada? Y alejada también. O así la veía... quizás sea yo quien este así realmente, y no me interesa descubrir si sí.

Me interesan tan pocas cosas de la vida que a veces llego a sentir que soy parte de esa teoría que hay acerca de que existen personas que no existen en realidad y solo son personajes secundarios y extras.

¿Y si soy estoy para eso? ¿Para rellenar?

Las heridas abiertas no me dolían, los golpes tampoco, no siento necesidad de comer o siquiera lavarme los dientes o de ser amado. Ni incluso creo tener un alma, así que tal vez, si Dios verdaderamente existiera, me imagino que las palabras que dijo antes de mandarnos hasta acá fueron algo como: «Hey, me quedan dos cuerpos que enviar pero se me agotó la suerte para ellos. Los mandaré así».

Me imagino también la soberbia sonrisa y la mímica de un "jódanse".

Basta de pensar. No hace bien.

Me alejé del nido para seguir jugando veo veo conmigo mismo. Era algo entretenido porque a veces olvidaba lo que veía... Sí, mi memoria es patética.

Mientras veía las cosas de color verde, escuché un pequeño ruido que venía de la parte delantera de la casa. Caminé hacia la orilla curioso, y como me digo siempre: la curiosidad abre puertas de llaves que nunca debimos encontrar. Y encontré a la madre de los huevos en el suelo... y parecía estar lastimada porque se movía desesperada.

Me di prisa al volver a la ventana de mi habitación y dejé el teléfono tirado en la cama, pero me enredé con los audífonos y se terminó cayendo todo al suelo, aunque no le presté atención y seguí apurando el paso por las escaleras, tanto así que casi me caía por ellas.

Al llegar a la puerta principal, salí de la casa y busqué con la mirada el lugar exacto en donde vi al ave, y después la encontré. Fui hasta ella y me senté en el suelo. Parecía que algo le dolía porque chillaba mucho.

—Ay... —murmuré al verla y pasé mi mano sobre ella para acariciarla. Chase siempre me ha dicho que tengo un "toque" con los animales y como no le entendí, no me preocupé en preguntar, puedo llegar a ser muy ignorante— Ssshh... calma... —le susurré distraído mientras la revisaba con la mirada y acariciaba su plumaje, pero no veía sangre o algo parecido, a lo que me llevó pensar que obtuvo un feo golpe en alguna parte.

El Puente de los Suicidios [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora