El Puente de los Suicidios [REESCRIBIENDO]

Sinopsis

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Cuando en la noche sus corazones quieren estallar. Cuando más necesitaron la compañía de la muerte, se hablaba de un puente alejado de la ciudad, solitario, silencioso y completamente suicida, en donde pueden refugiarse de los abusos y soñar, con la paz en sus pechos y su amada y caprichosa muerte.

Cristian y Chase Sallow. Son hermanos gemelos que prefieren ahogarse en delirios a querer escapar de una mala situación que los lleva a conocer el Puente de los Suicidios, un lugar lleno de paz, tranquilidad, y que causa gran satisfacción en ellos, llenando así el vacío que dejan las personas que los han abandonado.

Cristian, es quien se hunde más en su propia agonía y ruega por no despertar. En cambio, Chase, es quien intenta llevar consigo todas las posibilidades y oportunidades para salir adelante, y ayudar a su gemelo en el proceso.

Pero no todo fue estar encerrado en un sótano sin poder respirar. Hubo una pequeña luz que los guió por casi dos años. Salieron las risas, salieron los sentimientos. Los gemelos Sallow lograron experimentar más emociones positivas, y sus esperanzas de vida se elevaron.

Pero volvió ese tiempo en el que, por cada paso que daban, se caían y todo lo que logran se desmorona. Las sonrisas se van, sus heridas se vuelven a abrir.

Vieron vidas escaparse ante sus ojos. Desearon no poder respirar, los abusos, de a quien llamaban padre, volvieron de una manera silenciosa y disimulada. Secuestrados y atrapados en su propio hogar, junto con la nueva esposa y una pequeña bebé. Un asesinato y dos posibles parejas.

La vida de los hermanos Sallow se tornó un tanto retorcida y desacostumbrada.

Pero siempre hubo una cosa que los hacía sentir vivos y cuerdos, aunque estuviesen al punto de la locura y al borde de la muerte.

Su salvación y destrucción.

No, no se trataba de eso de "la vida es dura, pero tiene momentos lindos" ya que su vida apenas tuvo de esos momentos, y tuvieron que salir de su zona de confort para eso.

Así que no, ellos perdían fuerzas y esperanzas.

Esa "cosa" no era un juego. Era una decisión más que tomar.

Esa "cosa" tenía valor e impacto en muchas vidas. Es una marca, la meta de un rastro de llantos y gritos. La escapatoria de todo.

Y no se habla de un monstruo. Pero sí de un fenómeno que es temido.

Y esa cosa no era más que el suicidio.

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Si continuarás: Gracias. Lo aprecio mucho en serio. Me gusta que mi libro sea valorado.

En este momento me encuentro reescribiéndolo, pues la primera versión no me parece muy buena... y las buenas ideas llegan tarde al parecer.

En fin, voten, comenten, compartan, sean lectores fantasma... lo que quieran, pero espero que disfruten el libro. Nos vemos en los próximos capítulos... o en otras vidas.

Atte: Watermelon. ☽