Capítulo 1.

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Capítulo 1: Bienvenido a casa.

Thea.

Solo faltan unas horas, y estoy emocionada. Desde que me desperté tengo una sonrisa plasmada en mi rostro.

Lucas llegará a las 3 de la tarde, o eso me dijo cuándo me llamó ayer por la noche.

Me siento en el comedor para desayunar con mis padres, hoy no se encuentran trabajando. Y mi hermana Liseth, está tecleando en su celular mientras mi madre ayuda a papá a servir la comida, mi padre hace el desayuno de vez en cuando y le queda de maravilla, quizás si no hubiera sido doctor, sería un buen chef.

Mi madre por otro lado, es enfermera y es muy buena en ello, conoció a mi padre en el hospital. La mayoría de tiempo están siempre allí, pero hacen un gran trabajo como padres, aun al no estar en casa todo el tiempo.

—¿Es cierto que Lucas volverá a casa?— pregunta mi padre, sentándose al lado de mi madre.

Liseth toma un trozo de pan y deja otro en mi plato.

—Ya veo porque la felicidad de Thea— comenta mi hermana Liseth.

—Llegara está tarde— le respondo a mi padre y no puedo evitar no sonreír.

—Se cuánto te hacía falta, Thea— me dice mi madre.

Mi familia y la de Lucas se la llevan muy bien, aunque desde niños Lucas y yo fuimos la clave para unirlos un poco más, los padres de Lucas son quienes dirigen el hospital.

—Es un buen chico, me parece muy bien que Saúl lo sacará de ese internado al fin— añade mi padre.

Mis padres jamás han juzgado a Lucas por ser un chico problemas, mi padre solía decir que solo estaba pasando por una etapa en la que hasta él había pasado, y mi madre siempre lo ha visto como un ángel, incluso si es todo lo contrario.

El año pasado mis padres intentaron convencer a los Blass de que Lucas no debía estar en un internado por una etapa que en cualquier momento se le pasaría, también se que lo hacían por mí, pero no funcionó.

Los Blass no cambiaron su decisión de enviar a mi mejor amigo lejos.

El padre de Lucas siempre ha querido tener un hijo perfecto, de esos que no parten un solo plato, para su desgracia el pelinegro parte la vajilla completa.

Pero aún con todos los problemas y peleas en las que se había metido, siempre ha sido un gran chico, el mejor amigo que podía existir.

—¿Irás al aeropuerto?— cuestiona mi madre, mientras comemos.

Lleva un trozo de tostada a su boca.

—Iré está tarde— asiento.

—Thea está feliz de tener a su mejor amigo de vuelta, esos amigos que tiene parecen hacerla sentir invisible todo el tiempo— clavo mis ojos en Liseth al escucharla.

Es solo un año menor que yo, su cabello es castaño igual que el mío, y sus ojos marrones claros, su cara es más perfilada que la mía y aun siendo la menor es un poco más llamativa.

Ahora entiendo porque mi hermana menor ya tiene novio.

—No me siento invisible.

—Ni siquiera va a sus fiestas porque sabe que si así actúan en la escuela, en otro lugares serán peor— añade la castaña.

Quisiera contradecir lo que dice, pero mi única persona cercana desde siempre es Lucas y nuestros amigos siguieron tratándome cuando el pelinegro se fue, pero siempre me he sentido excluida.

Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora