Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)

Capítulo 11.

Capítulo 11: Una pesadilla.

Thea.

El fin de semana llegó tan rápido que no me di cuenta, y me daba igual ya que nunca tenía planes.

Por suerte no me encontraba sola, Lucas y Lis estaban conmigo. Mi hermana me propuso una tarde de películas y el pelinegro se unió en cuanto tocó mi puerta y le conté nuestros planes.

Liseth enciende el televisor de la sala, y yo voy en busca de cotufas y doritos a la cocina.

Dejo todo sobre la mesa y me siento en el sofá al lado de Lucas, quien se encuentra con la atención en su móvil mientras mi hermana busca una película para ver.

—Lis va hacerte ver una película de amor coreana— le digo a Lucas, quien guarda su celular.

Posa sus ojos en los míos, con una sonrisa.

—¿Que vamos a ver Lis?— le pregunta Lucas y mi hermana se deja caer en uno de los sillones de la esquina.

—Ta ta ta tan—Lis nos mira con diversión— mi elección para esta tarde es la favorita de nuestro invitado de honor— señala a Lucas.

Me giro a verlo y ya sé cuál será la elección de mi hermana menor.

—¡Películas de terror!— grita en cuento Lucas sonríe— no hay mejor compañero para verlas que tú.

—Amo ver películas de terror contigo, Lis— le dice el pelinegro sin dejar de sonreír.

Lo cierto es que ambos son amantes de las películas de terror. Mientras yo las odio, siempre solía escabullirme en cuanto la colocaban y eso es justo que lo voy hacer ahora.

Me levanto despacio y justo cuando estoy por comenzar a caminar Lucas me toma del brazo.

—No vas a irte, es una tarde de películas— me dice.

—Solo iré a buscar algo— miento pero el pelinegro me conoce demasiado.

Niega con su cabeza,

—No da miedo, estaré a tu lado, vamos— me señala donde me encontraba sentada hace unos segundos— ya no tienes 13 años para tenerle miedo a las películas de terror.

—No me gustan— hago una mueca.

—Thea, estoy aquí, nada pasará.

—¡Vamos, Thea no arruines la tarde juntos!— suelta Lis—. Lucas siempre está ocupado los fines de semana, y hoy ha venido, no seas así— me hace un tonto puchero que no puedo negarme.

—De acuerdo— me doy por vencida— pero si tengo pesadillas será su culpa— los señaló a ambos.

Ambos ríen al escucharme.

—Estaré disponible toda la noche si eso sucede, solo basta con una llamada y contestaré— me asegura el pelinegro en voz baja.

Vuelvo a tomar asiento a su lado y Liseth comienza la película.

Al principio es inocente y solo se trata de una pareja que decide pasar navidad en una casa a las afueras de la ciudad, no tiene hijos y son muy románticos uno con el otro.

Apoyo mi cabeza en el hombro de Lucas, quien está tan entretenido que solo come sin despegar sus ojos de la pantalla.

Mi hermana tiene una bolsa de doritos mientras se encuentra concentrada viéndola la película, como si en cualquier momento no fuera a salir un fantasma.