Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)

Capítulo 25.

Capítulo 25: El baile.
Thea.

Lucas había estado de mal humor estos días, no solía ser grosero conmigo pero su amargura estaba más presente que los días anteriores.

Yo sin embargo estaba muy feliz, viviendo en una nube de azúcar por el pelinegro, era increíble como podíamos ser mejores amigos y besarnos cada vez que lo quisiéramos.

Era como unir leche con chocolate, todo aumentaba a ser mejor.

El baile sería hoy, ya que la escuela no quería prestar su salón un sábado.

Solían hacer este primer baile todos los años, y luego el de graduación, que pensar que iría a ambos con Lucas me emocionada muchísimo.

Ayudó a maquillar a Fabiana quien coloca sus ojos en blanco cada dos segundos.

—¿Me vas a dejar como un payaso? Porque no creo que sea necesario que coloques tantos kilos de maquillaje en mi cara. No soy hermosa, pero sé que tampoco necesito todo ese poco de cosas.

—Eres hermosa, solo que hoy es un día especial— termino de colocarle pestañita— debes verte diferente.

—¿Para qué? Solo iré con Eric por tu culpa.

—Querías ir con Eric— dejo la pestañina en la peinadora— y en cuanto te lo pidió solo te quedaste callada.

—Porque quería decirle que no, pero tú respondiste un gran sí por mí.

—Vamos— ruedo mis ojos— será nuestro último año.

—Solo aleja a el idiota de mí, ahora que salen juntos tengo que soportarlo más que antes— finjo no escucharla retocando mi peinado.

Me hice un moño elegante, causando que pueda mostrar mis hombros dándole el toque perfecto a mi vestido que tiene un escote en forma de corazón, es morado y llega hasta más arriba de mis rodillas.

En el caso de Fabiana usa un vestido de una sola manga color negro, que baja pegado a su cuerpo, ajustando en los lugares correctos. Pese a ser delgada tiene un cuerpo muy bonito.

—Me veo patética— se mira al espejo.

—No, te ves sexy— me detengo a su lado viéndome en el espejo.

—Tú te ves como la princesita que comienza a ser mujer. Ese vestido es muy tú, pero me gusta el escote.

—Gracias— finjo hacer una reverencia que la hace colocar sus ojos en blanco.

Lo cierto es que el vestido se ve perfecto y enseña lo justo, dando un toque de sensualidad sin arruinar mi forma de verme "inocente" como lo diría Fabiana.

Suelen decirme que siempre me veo como una pequeña princesa, me parecía absurdo hasta que Lucas me dijo que era lo que más le gustaba de mí, como siempre me veía delicada e inocente.

El sonido del timbre anuncia que han llegado por nosotras y bajo las escaleras encontrando a mis padres con una sonrisa.

Deberían estar de guardia pero decidieron irse un poco tarde solo para verme.

—Cariño, estás preciosa— me dice papá mirándome con una sonrisa— ambas se ven hermosas.

Ambas le sonreímos.

—Voy abrir la puerta— camina hacia ella con unas sonrisa— necesito una foto de este día.

En cuanto la puerta se abre veo a Eric con un traje gris, hablando con el pelinegro que se encuentra de espaldas, que al girarse me deja sin palabras.