Capítulo 2: " ¿Ansiedad o Realidad?

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Aesop Carl

Ya llevo unas.... dos semanas y me ha sido difícil acostumbrarme a este lugar, por lo general vivía en una casa normal, esto es una mansión que da miedo, es extraño para mi, pero cuando Joseph se va... cosas raras pasan en este lugar, pero tengo el presentimiento de que él hace algo, menos mal me he mostrado difícil, porque no me agrada mucho que digamos, además, no me gusta como se me acerca, a veces es normal, pero cuando me toca, no lo soporto, se ha ganado muchos golpes de mi parte, y por lo peor, no puedo ir a trabajar todavía, aunque se me hace extraño que no me hayan llamado...

Apenas él se fue, me encerré en mi habitación, he intentado salir cuando él no está, pero de alguna manera, él siempre se entera de todo lo que hago, es algo tétrico, pero me alegra de seguir siendo virgen. Pensé en salir a la cocina para tomar algo y de una vez almorzar, lo único que hago aquí es dormir, comer y leer, extraño salir a caminar, pero no puedo salir ni al jardín, maldición, odio este lugar y odio a Joseph... después de almorzar iba a subir nuevamente hasta que escuché pasos que venían del segundo piso, eso es imposible... se supone que él no tiene sirvientes, me quedé en la sala leyendo y esperar a que me calme un poco, pero no duró mucho, se cayó un cuatro y me asusté tanto que salí corriendo de la sala, cuando regresé, el cuadro estaba en su lugar, ya estoy empezando a estresarme, cuando mi celular sonó, brinqué del susto, lo tomé y no necesité mirar la pantalla.

Aesop: ¿Qué quieres?

Joseph: Cálmate cariño, solo iba a decirte que ya voy en camino- todos los días es lo mismo, me estoy cansando de esto, no me gusta para nada- ¿necesitas algo?

Aesop: Acetaminofén y agua- últimamente el dolor de cabeza aumenta tanto y no sé porque- ¿puedes apurarte?

Joseph: Tranquilo, ahí estaré- colgó, en cierta forma logró calmarme un poco, ¿qué estoy pensando?

Cuando logré llegar a mi habitación, desearía que fuera mía, la comparto con Joseph, cerré la puerta y pensé en recostarme un poco y dormir, así llegué Joseph no me importa, además no lo recibo de buena manera, pero tampoco soy tan grosero.

Una hora después...

Desperté y juraba que mi cabeza se iba a estallar, en estos días me ha dado demasiada ansiedad, extraño mi vida como era antes, aquí no paso cinco minutos sin que me de estrés, jamás me dio eso desde el trabajo, ni en el trabajo me dio ese tipo de cosas.

Joseph: Despertaste, ten- apenas me pasó las pastillas y el agua, me tomé dos de un trago- despacio, después no te va a hacer efecto ninguna pastilla.

Aesop: No me digas nada, en solo estar aquí me da ansiedad- me lo tomé rápido y el dolor se fue en poco tiempo, eso está mucho mejor.

Joseph: ¿No se dice por ahí que la ansiedad puede matar gente?

Aesop: Si me aleja de ti, no me importará morir- nos miramos son decir nada más- ¿cuándo volveré al trabajo?, necesito seguir con lo que estaba.

Joseph: Mañana, pero te mantendré vigilado- sabía que iba a decir eso...

Joseph Desaulniers

Este chico es más difícil de lo que pensaba, pero no me rendiré, es una belleza que no puedo dejar, además poco a poco voy entrando en su corazón, si mis llamadas le dan el alivio del terror de esta casa, mis brazos serán suficientes para calmarlo por siempre, lo miré... sé que está desesperado, y ahora que lo vi consumir las pastillas de esa manera, me preocupa que de verdad algo le pase.

Joseph: ¿Se te pasó el dolor?

Aesop: No, hace poco se me fue, pero ya regresó- miró las pastillas- y no puedo tomar más- se puso de mal humor.

Joseph: Ven- lentamente se me acercó, lo abracé y acaricié su cabeza- ¿mejor?

Aesop: Un poco- nos recostamos en la cama y seguí acariciando su cabeza- gracias...- y cuando lo vi se quedó dormido, sonreí y besé su frente, eres hermoso, y sé que poco a poco aprenderás a quererme.

Joseph: Te quiero~- lo abracé y me quedé dormido a su lado...

Unos días después...

Desde que volvió a trabajar veo que se ha sentido mucho mejor, no volvió a tomar esas pastillas y se ve más feliz, cuando llega se ve mucho mejor, ¿qué si pude hacerlo volver antes?, claro que si, pero no quería soltarlo, me daba cosa, pero al ver que ya se acostumbra a volver aquí, me reconforta mucho, además, su jefe ya sabe que vive conmigo, yo mandé una carta que iba a faltar unos días y no se negó, nadie se niega a mi, o bueno, por primera vez, Aesop es el que se niega a mi, por eso destruyo su mente poco a poco, yo soy quien hace que se asuste en la casa, pero lo hago para que me ame.

Aesop: Llegué- lo abracé.

Joseph: ¿Cómo te fue?

Aesop: Bien- cuando me respondió traté de tenerlo más cerca, pero inmediatamente me alejó- ya te he dicho que no me gusta que me toquen, bueno, iré a terminar unas cosas, almorcé por fuera así que no te preocupes por mi- el día que me deje tocarlo.... debo aumentar su temor cuando esté aquí.

Hasta el próximo capítulo....

No Puedes Huir de MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora