_ Estoy ocupado. - fue su respuesta cuando le dije que teníamos que hablar. _ si es por lo que pasó anoche lo lamento. - dijo cómo si se hubiese tratado de cualquier cosa, lo que hirió aún más mis sentimientos que estaban ya a flor de piel.
_ ¡Quiero el divorcio! - dije. _ ¡no te pediré nada, solo quiero que firmes los papeles! - dije sin darle tiempo a protestar, miré su rostro y su mirada confundida casi me hace claudicar, pero seguí. _ mañana mismo me pondré en contacto con un abogado y podrás tener tu libertad.
Apenas estaba terminando, cuando lo sentí a mi lado.
_ ¿Qué tonterías estás diciendo? - me tomó del brazo con suavidad y me condujo a tomar asiento. _ ya me disculpé por lo de ayer, bebí de más y perdí el control. - empezó a justificarse
_ Tú necesitas realizarte como hombre. - dije sin dejarlo seguir. _ ya me quedó claro que solo soy un estorbo en tu vida, yo no mentí, cuando te dije ante el altar que te amaba, y no quiero hacerte perder más tu valioso tiempo. Así que obtendrás lo que quieres.
_ Lo que quiero es a ti. - lo sentí abrazarme con fuerza. _ anoche no sabía lo que decía, estaba enojado, pero no contigo. Era con toda esa gente entrometida, todos me preguntaban para cuándo seríamos padres, y eso me puso mal, perdóname. - buscó mis labios.
Su beso era suave y tierno, y una vez más con sus palabras amables y cariñosas me tenía en sus manos.
Lo cierto es que me convenció, sin embargo, algo había sido roto, por más que lo intentara ya nada podía ser igual, la confianza se había perdido, principalmente porque todo aquello que había salido de su boca la noche anterior, era lo que había en su corazón y no entendía porque razón, era que se resistía a terminar ahora, ahora que no había nada que nos uniera, ahora que nuestra separación no afectaría a un tercero.
Los siguientes días y los siguientes meses, pareciese como si todo hubiese vuelto a la normalidad, fueron días hermosos, en donde todo parecía florecer de nuevo entre nosotros, sin embargo, todo principio tiene un fin y el mío había llegado.
Él empezó a portarse de manera extraña, se le veía alterado y tenso, a veces su mente se perdía por largos periodos de tiempo.
_ Es el trabajo. - me decía cuando lo cuestionaba.
Pero no tardé en enterarme de lo que le sucedía, efectivamente se relacionaba con su trabajo.
_ Hacía dos años había llegado a la empresa una nueva asistente que estaría al servicio de su padre, Don Rodrigo Miranda y hacía más de un año, cuando él se retiró y dejó a cargo a su hijo, que ella quedó a su servicio, al parecer era muy eficiente, yo la conocía, en ocasiones habíamos interactuado para organizar algún evento para mi esposo y su familia, alguna cena, las fiestas importantes de la empresa. En un principio me cayó bien, pero de un tiempo acá, empecé a notar que Melisa me miraba de forma extraña, pero no sabía explicarlo. No era grosera, no era altanera, por el contrario, siempre me trataba con amabilidad, con respeto, sin embargo, había algo que no encajaba.
_ Se trata de Melisa. - había dicho Roger cuando una vez más le pregunté si le sucedía algo, al darme cuenta de que empezó a recibir llamadas fuera del horario de oficina _ quiere dejar la empresa y no nos conviene.
_ ¿Porqué? - interrogué. _ siempre pueden contratar a alguien más.
_ Ella es muy eficiente, conoce mucha información importante y confidencial de la empresa, sería difícil reemplazarla con tan poco tiempo.
_ ¿Tiene algún problema? ¿porqué es que te llama a ti?
_ En realidad sí. - dijo. _ su novio la embarazó y quiere que deje de trabajar, está desesperada porque no quiere perder su empleo, pero tampoco a él.
_ ¿Y porque acude a ti? ¿qué tienes que ver con eso?
_ Yo tuve la culpa. - dijo mirándome a los ojos. _ yo le llamé para tratar de convencerla de quedarse, aún no sabía sus motivos, y ya que me contó su situación, le dije que me mantuviera informado, es por eso de sus llamadas, la última fue para pedirme que hable con su novio para convencerlo de que no le impida trabajar.
Ese día se me quitó un peso de encima y dejé de preocuparme. Sin embargo, Roger empezó a cambiar de nuevo, su actitud hacia mi empezó a ser más hostil, sus llegadas tarde empezaron a aumentar, de vez en cuando recibía una llamada tardía y me decía que era Melisa, que había olvidado decirle algo o recordarle algo, la verdad es que ella no me preocupaba, al parecer había solucionado su vida y se había quedado en la empresa, el que me preocupaba era mi esposo, estaba volviendo a ser el mismo de antes, apenas me hablaba, apenas me miraba. Yo lo buscaba porque aún tenía la esperanza de darle el hijo que tanto quería, pero él parecía haberse olvidado de su anhelo.
Fue una hermosa y soleada mañana cuando mi mundo de nuevo se vino abajo. Faltaban algunos meses para celebrar nuestro séptimo aniversario y había quedado de verme con Melisa, para ponernos de acuerdo en algunos aspectos, ya que era ella la encargada de coordinarse con la empresa organizadora, era algo que siempre mis suegros hacían, eran ellos quienes planeaban en grande cada aniversario de nuestra boda, y además de la gente importante. Involucraban a la empresa, a los trabajadores de más alto rango y por consiguiente también involucraban a cierta gente del personal, en la organización.
Este sería nuestro primer encuentro. La cita era a las once de la mañana, nos veríamos en un restaurante que queda justo enfrente de las oficinas centrales de la empresa. Era elegante y acudían los ejecutivos de varias empresas a su alrededor.
Me levanté temprano. Me vestí, me maquillé con discreción y salí de mi casa, aún era temprano, pero no me importó, mi idea era invitar a desayunar a Roger en ese mismo lugar, y luego quedarme para recibir a Melisa, pero se me ocurrió llamarlo primero, en lugar de ir a su oficina directamente, cuando me contestó, se disculpó, dijo que tenía una junta que no podía dejar de lado, pero prometió compensarme después.
Yo ya iba en camino,así que decidí desayunar sola en ese lugar.
NOTA:
El siguiente capítulo será publicado hoy. Espero les guste. Saludos.
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AMOR TARDÍO/ No.1 De La Serie: AMORES
RomanceQué sucede cuando eres una chica solitaria, abandonada, sin familia y sin amor y cuando lo consigues, cuando esa persona que te juro amor eterno, que te dio una familia, que te dio estabilidad, que te dio amor, que te dio un hogar, te traiciona, ¿lo...