CAPÍTULO 8 TE ESFORZASTE TANTO

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Mire una vez más a mi alrededor

_ Antes que nada. - dije dirigiéndome a mis suegros que se encontraban a nuestro lado. _ quiero agradecerles por todo lo que han hecho por mi, durante estos siete años, por haberme acogido en su familia y darme la dicha de tener una, gracias por hacerme sentir que era parte de ella. También gracias porque siempre se han preocupado por mí y se han ocupado de que tenga lo mejor, como está fiesta tan hermosa y perfecta que nos han organizado.

Ellos me miraban con lágrimas en los ojos, sabía que me querían de verdad, al menos su amor hacia mí, siempre había sido sincero, no como el de su hijo.

Lo miré a él y me devolvió una sonrisa, curiosamente está vez me parecía sincera, lo miré a los ojos y pude ver amor en ellos, el mismo que momentos antes había visto.

Un nudo se formó en mi garganta, y me pregunté ¿porque ahora? Las dudas me empezaron a atormentar, miré a mi amiga y me dejó claro con su expresión, que no podía flaquear, miré a Valentín y sentí lo mismo de parte de él.

Sostuve con fuerza el micrófono y lo acerqué una vez más a mis labios, pero ahora me dirigí hacia mi esposo, el hombre que permanecía a mi lado tomándome de la cintura. Pareciese que me miraba con amor, pero en esta ocasión me permití creer que solo estaba fingiendo.

_ ¿Qué podría decirte en este día tan especial? - lo miré a los ojos, sé que siete años para algunos se hacen muchos y para otros no es nada, no se para ti que signifique todo este tiempo y no te voy a decir lo que significa para mí, lo único que quiero decir, es gracias, gracias por todo el tiempo de verdadera felicidad que me diste, fueron muchos momentos de alegría, de paz, de sentirme amada y querida, gracias por qué me permitiste ser parte de una hermosa familia, a la que adoro y a la que voy a extrañar enormemente si algún día ya no estoy contigo. - miro a mis suegros y ambos están llorando, yo también lo estoy. Siento como la mano de él deja su lugar en mi cintura y con ternura limpia mis lágrimas. En estos momentos lo estoy odiando, porque está siendo el esposo que en un principio fue y que deseaba que siguiera siendo ahora. Miro hacia donde están Valentín y Mónica y una vez más me ubican en mi realidad.

Respiró profundo y retomo la palabra.

_ Sé que no tengo palabras para agradecer lo mucho que me dieron. - les digo de nuevo a mis suegros. _ y tampoco a ti. - me centro en él. _ sin embargo, por sobre todas las cosas, quiero darte gracias por algo. Gracias por qué por fin lograste hacerme comprender lo que por tantos años no entendía, y es que, para algunos, el amor se acaba, y el tuyo se acabó. - escuché el cúmulo de voces y murmullos que se levantaron en el lugar, miré las caras sorprendidas de los presentes, pero no quise mirar la de él. _ al fin lo he entendido. - continúe ante el asombro de todos. _ sólo que hubiera preferido que fueses sincero conmigo y no que te hubieras dedicado a perderme como lo hiciste. Fue duro, lo reconozco, pero ya entendí. Y perdón que lo haga aquí y de esta forma. - ahora sí lo miro a la cara, su rostro está pálido, su sonrisa falsa o verdadera ha desaparecido, su expresión es de total incredulidad.

_ Cariño...yo...- intenta detenerme.

_ Como dije. - lo ignoro. _lo hago aquí porque sé, que no hay nada que ocultar. Tus padres lo sabían, tus amigos lo sabían, tus empleados lo sabían, a decir verdad, yo era la única tonta que aún lo ignoraba, pero no te preocupes. - miro su rostro desencajado, no voy a gritar, ni a exigirte nada, simplemente aprovecho para que todos sepan, que, de ahora en adelante, no soy más tu esposa. - le entrego la carpeta con los papeles del divorcio ya firmados por mí. _ solo estás a una firma de por fin deshacerte de mí sofocante, e inútil presencia y también de por fin darle su lugar a tu amante. Y a ustedes suegros. - los miró también a los ojos. _ les digo que no tendrán que esperar tanto tiempo para tener al nieto que tanto desean, porque lo tienen casi en sus manos, señalo a Melisa, que al igual que Roger su rostro pálido y demacrado no puede dar crédito a lo que está sucediendo. _ no me queda más, que felicitar a los futuros papás y a los futuros abuelos. - digo entregando el micrófono y antes de dirigirme a la salud me acercó a Roger.

_ Te esforzaste tanto, que al fin lo conseguiste. - le digo casi al oído.

Él me toma del brazo, su rostro denota dolor, no niego que me sorprendió, porque conociéndolo y sabiendo lo mucho que me ha llegado a odiar, sinceramente pensé que estallaría en cólera contra mí, pero no lo hizo, se veía perturbado, no atinaba a decir, ni a hacer nada.

_ Ya no más. - dije intentando soltarme de su agarre. _ me heriste, me traicionaste, me humillaste, incluso me obligarte a hacer lo que no quería, no tuviste respeto por mí, ¿qué más puedo darte? - no pude contener el llanto. _ mi amor te lo di, de corazón te lo di y tú lo tiraste y no conforme con eso, lo pisoteaste, no tengo más. - intenté soltarme de nuevo para marcharme, pero él me retuvo.

_ ¡Ve con ella! - le señalo a Melisa que está rodeada de gente, sé que se está sintiendo mal, me da pena por ella, pero ella no la tuvo por mi. _ te necesita. - le digo. _ cuídala, ella si merece tu amor, no es una mujer vacía e inservible como yo. - me zafo de su agarre y me deja ir.

Lo último que veo es su mirada consternada y su indecisión entre seguirme o acudir a dónde ella lo necesita.

No me quedo a averiguar cuál es su decisión. La sé de sobra. Se esforzó tanto por perderme, que resultaría ilógico que corriera tras de mi ahora.

AMOR TARDÍO/ No.1 De La Serie: AMORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora