Formidable

154 13 43
                                    

- Hey.-Voltee la mirada, ya había llegado y estaba justo a lado mío viendo el mural.- Lindo, ¿no crees?

- ¿Por qué no me dijiste que era una pintura sobre ti?

Me sonrió e inclinó su cabeza en modo de pena, era muy lindo, no podía juzgar al artista que había hecho esto, si yo supiera dibujar también me la pasaría haciendo retratos del él.

- Creo que no quería sonar, ¿narcisista?.- Alzo los hombros

- jaja, creo que es linda, si captura tu belleza.- Se sonrojó y me sonrió.- ¿Pero por qué tienes una pintura? ¿A qué te dedicas?

- Oh soy cantante.- Volteo a verla de nuevo

- ¿Eres famoso?

- Nah.- Nos reímos

-¿Entonces por qué tienes un mural?

- Aaah, una historia larga, quizá pueda contártela después ¿Quieres ir a caminar al parque?

Asentí y empezamos a ir hacia allá, me sonrió, me percaté que tenía un hermoso abrigo blanco, de hecho estaba totalmente vestido de ese color, caminamos unos segundos en silencio, esto se sentía como si lo hubiera hecho toda la vida.

- ¿Te gusta este parque?

- Si y mucho, la gente es amable aquí, Ooh mira, ¿quieres?

Estábamos pasando por un puesto de pretzelts, asentí y nos formamos en la fila para pedir uno.

- ¿y por qué decidiste perseguirme anoche?

- Yo... bueno.- Me sonrojé ante su pregunta.- Es que cuando te vi fue como si necesitara hablarte.

Se sonrojó también y puso un mechón hacia atrás de su oreja.

- Creo que fue una suerte, entrar en ese bar.

Nos tocaba por fin, pedí dos pretzelts para los dos, sacó su billetera, pero yo me adelanté y pagué por ambos, le di su pretzel y le sonreí.

- Déjame pagarte el pretzel.

- No, va de mi cuenta.

- Gracias.

Los dos le dimos un mordisco al mismo tiempo, hizo ese clásico sonido de cuando algo te gusta.

- En serio amo este parque y sus pretzels.- Le dio otro mordisco

- Hace tiempo que no venía por aquí, ahora ya sé por qué volver.- volvimos a caminar para recorrer todo el parque

- Y por cierto Pot ¿qué cantas?

- Estaba en una banda.

- Y ¿por qué ya no?.

- Simplemente, ya no puedo estar.- Me sonrió dándole otra mordida

- Si te sacaron, yo te apoyo.

- Ja, ja, ja no, hay muchas cosas que ya no puedo hacer.

- ¿Así? ¿Cómo qué?

- Bueno, por ejemplo.- Bajo la cabeza y noté como se veía más triste.- Ya no puedo ver a mi hija...

Fue como si se me rompiera el corazón, ¿estaba casado y tenía una hija?, pero si ya no puede verla, quizá ya no está casado, eso me dio una pequeña esperanza, puso sus manos en su bolsillo y me volteo a ver.

- ¿Por qué ya no puedes verla?.- Se me quedó viendo como si quisiera decir algo, pero no podía.- Sí, no quieres contarme, está bien.

- No, no es eso, su madre la alejo de mí después del divorcio.

Chlorine 2DocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora