La pequeña Coral no le tenía miedo a un escenario, amaba estar ahí, sentir el apoyo del público cada nuevas coreografías o canciones que aprendían eran un reto y algo que aceptaba y disfrutaba con el corazón.
-¿sabes? Estando en ese lugar, viendo como has crecido, en tu carácter claro- dijo riendo- me hace pensar y preguntarme ¿Porque no intentas cosas nuevas?-
-¿A qué te refieres?-
-tu vida ha cambiado mucho últimamente, digo antes no salías con nadie...-
-Allan no cuenta-
-¡ha!- soltó una carcajada -ahora haces chistes... no te lo mencioné pero mi representante vio lo maravillosa que eres...-
-¿otra cita Tom? no creo...-
-no, eso no- dijo inmediatamente -me refería a tu vida profesional-
-¿sugieres que sea artista?-
-claro, tienes mucho talento, cantas, bailas, actúas y todo es nato-
-no lo sé- dijo ella.
-No pierdes nada-
-sólo en el tiempo, claro-
-sí puedes perder tiempo pero puedes ganar una carrera que disfrutes-
-pero siento que la vida de un artista es complicada todo es odio para ellos-
-es complicado pero con ayuda, todo se puede superar... por qué no intentas un casting, de lo que quieras, sólo inténtalo, paso a paso-
-está bien que está bien, debe ser divertido-
-¿quién eres y qué hiciste con Lizzie?- ella sonrió y soltó una carcajada.
-tu sonrisa es hermosa...-
-es mejor que nos vayamos- dijo ella.
Ella se levantó y ayudó a Tomás a hacerlo también, pero él no soltó su mano, ya estaba decidido, ligeramente la jaló hacia él, la chica para poder quedar aún más cerca ella se acercó pero al ser el mucho más alto que ella, ella chocó contra su pecho, ella rió y se separó un poco poniendo su mano entre ellos, ella lo vio con una mirada que denotaba la guerra mental en la que la chica se encontraba.
-cierra los ojos- dijo él.
La chica respiraba rápidamente pero no pensó más que tres veces y cerró poco a poco los ojos, se acercó lo suficiente como para besar su frente esto dejó muy desconcertada Lizzie, quien por alguna razón esperaba algo más, lo cual desató otra guerra mental, la cual le hizo soltar una pregunta de la nada de la cual inmediatamente se arrepintió
-¿tienes novia?- preguntó de repente
una mirada sorprendida salió en los ojos del padrino y con calma dijo "no" -no tiene mucho tiempo que terminemos-
-¿estas triste?-
-ella es una chica muy linda, muy cariñosa, atenta, bella-
-OK entiendo- dijo interrumpiendo, el río en voz baja.
-si ella es tan bella y linda ¿por que terminaron?-
-no éramos compatibles, en ciertas cosas-
la pequeña suspiró y tomó un sorbo de agua, parecía tener una lucha interna, parecía querer decir algo pero sus labios no sacaban palabra alguna, hasta parecía no quiere decir nada al morder sus labios...
-¿disculpa por qué muerdes tus labios?-
Ella quiso decir algo... pero lo miro con mucha necesidad de hablar pero dijo que no con la cabeza.
-OK creo que si espero por ti tomará mucho tiempo y no llegaremos al hotel- dijo en con un suspiro.
-¿a qué te refieres?-
-Elizabeth, quiero besarte pero me gustaría que tú me dieras tu permiso, pero como no quieres decir nada sólo me acercaré, si no me quiere recibir el beso sólo baja la mirada, si recibes mi beso levanta la mirada-
terminando de decir eso él se puso frente a ella, ella ya le había dicho que si desde hace horas aún que sea en su imaginación, él se acercó poco a poco, lento para el gusto de Lizzie, Ella lo tomó de la ropa cerca de su cuello y lo acercó a ella rápidamente, a sus labios, haciendo contacto, sólo con ellos, ambos sintieron una chispa, una chispa que decía que querían permanecer toda la vida cerca uno del otro, ella podía oler ese perfume a hombre y madera, él tenía la necesidad de abrazarla y no dejarla ir, rodeó con sus brazos la cintura de la pequeña Elizabeth, pero al estar más alto que ella perdió el equilibrio soltando el contacto un poco.
-lo siento estoy algo bajita-
-si lo se- dijo sonriendo.
-bésame otra vez- dijo Elizabeth.
Con una sonrisa cómplice y la tomó por la cintura bajo un poco para que ella estuviera cómoda y posó sus labios nuevamente en los de ella, él movió sus labios por lo que la sorprendió, pero ella abrió ligeramente los labios, él se dio paso para sentir la calidez de sus besos, él podía sentir la dulzura y muy poca experiencia, esto le pareció muy lindo, pero ella le abrazó con más fuerza como no queriendo que se alejara, de pronto un trueno en el cielo los asustó, esto hizo que la pareja se alejara, la pequeña chica sonrió sonrojada.
-va a comenzar a llover- dijo ella.
-hay que llegar al lugar para evitar accidentes-
-claro-
El camino fue silencioso pero no era incómodo era un silencio lleno de complicidad, de vez en cuando uno veía al otro para compartir una mirada, ninguno podía reconocer al otro pero era también como si se conocieran de toda la vida.
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Mi caballero usa un Ralph Lauren [TERMINADA]
RomanceMi caballero usa un Ralph Lauren La pequeña Coral, la desafortunada Elizabeth, su historia marcada por la tristeza la hará conocer a la persona que la sacará de ese círculo de tristeza, odio y soledad sin antes, sacarle canas verdes. Una historia de...