Capitulo 1

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Pocos días en la cuidad la señora de Coral preparó una cena en donde la familia más cercana se presentaría y presentarían al futuro esposo de esmeralda la primera de las Coral.
-Esmeralda...- dijo conteniendo las lágrimas, te ves hermosa-
-Elizabeth, aún no estoy usando un vestido de novia-
-lo sé pero aún así... es casi una boda-
La cena tenía mucha de la familia y amigos presentes, todos se sentían de una manera emocionados por el hecho de que Esmeralda Coral se estuviera casando y con una persona de los países europeos,
-y tú Elizabeth, ¿cuando te vas a casar?-
-no lo sé Tia, algún día-
-debes apresurarte ya a tu edad puede que te quedes sola para siempre ya esmeralda se está casando muy grande ¿y tú?- dijo una de sus tías chismosas.
-que bueno que solo quiero gatos- contestó ella.
-los gatos no son igual que un esposo o los hijos cariño- riendo.
-pero ellos no me van a dejar-
-eso no tiene sentido- dijo ta Tia divorciada.
-quizá tenga razón...- dijo reprimiéndose -¿y su esposo?- dijo en voz baja.
-¿disculpa? Cariño no te escuché-
-que ya tendré un esposo- dijo rodando los ojos, tratando de engañar a su tía.
Era completamente pesada la manera en como la familia tanto de su mamá como de su papá estaban tratando a la más pequeña de las Coral.
-dime otra vez la razón de esta fiesta- preguntó la más joven de las Coral.
-Elizabeth relájate, sé que tus tías pueden ser un tanto impertinentes, pero esto es para la familia que no irá a Inglaterra a la boda de tu hermana- dijo la señora de Coral-
-todos ellos aparentemente- dijo.
Al otro día todos parecían restar muy emocionados por qué la primera "boda" ya se había hecho, lo cual emocionó a los casi recién casados, todos desayunaban con calma exceptuando a Elizabeth quien debía salir para llegar temprano al trabajo, todos le desearon éxito en su primer día y se marchó, esa misma noche, los novios se fueron a Inglaterra a preparar parte de la boda, y todos en la casa Coral se quedaron extrañando a la pareja.
Al otro día después del trabajo, cuando la más pequeña de la casa llego por fin del trabajo después de un día pesado de no encontró a nadie.
-¡mamá!-
Pero nadie respondió, de pronto su teléfono móvil sonó en su bolso...
-Elizabeth, estamos del otro lado de la ciudad, cenando ¿quieres venir?-
-no lo sé estoy cansada-
-ven, aún no ordenamos-
-está bien, pídeme una ensalada-

Cuando la más pequeña llegó ya la comida estaba en la mesa. Su papá y su mamá hablaban entre ellos.

-Elizabeth- dijo su padre.
-dime-
-tu mamá y yo conversamos y convenimos que sería prudente dejar que el padrino de Edward pague nuestros boletos de avión-
-ya habíamos convenido que yo los pagaría- dijo ocultando muy bien su indignación-
-sabemos que quieres cuidar de nosotros, pero aún no es el momento-
-yo pagaré-
-Elizabeth, es dinero que puedes guardar para el futuro-
-no, trabajaré más-
-¡no pagaras tú los boletos!- dijo su mamá en un tono no muy gentil.
-tu necesitarás el dinero guárdalo, cuando te cases tu... quizá nosotros-
-¿cuando me case? Yo no...-
-hija tu momento...-
-no llegará llevo sola toda mi vida... y seguirá igual... sólo los tengo a ustedes...-
-hija- su mamá sintió un dolor en el pecho, era tristeza.
-ya terminé, cuando digan podemos ir a casa... pagaré la cena-

Era una noche triste... la familia difícilmente habló esa noche... la madre de la pequeña Coral le dedicó unas palabras "si vives creyendo que estarás sola, en verdad te pasará... no es bueno que el hombre este solo... y eso no excluye a nadie"

***        ***        ***        ***        ***      
-¿esmeralda?- Dijo despertando.
-hermanita ¿como te encuentras?-
-¿qué haces aquí?-
-hoy bebé, es 15 de octubre-
-¿qué? Pero si... ouch, mi cabeza-
-señorita, por favor ahora que la paciente despertó necesita descansar... tenemos muchos días de observación-

La pequeña de los coral despertó en un lugar del cual ella no recordaba cómo había llegado ahí, simplemente no pudo dormir, eso desencadenó más incertidumbre. Al otro día el doctor le mando a hacer mil y un estudio, después de cinco días, ella estaba en observación y mientras dormía en sueños escuchaba una voz que le decía que despertara, sin poder seguir durmiendo ella abrió poco a poco los ojos, tratando de enfocar las imágenes a su alrededor.
-¿sugiere que le diga ahora?-
-en efecto, sí algo pasa estará en un hospital-
-de acuerdo-
Ella vio a su hermana mayor con más extrañes que emoción por verla de nuevo en el país.
-bebé, tengo que decirte algo... mañana o pasado mañana te darán de alta-
-esmeralda, sé que llevo cinco días aquí... pero pareciera que llevara más... ¿qué sucede?-
-bebé llevas aquí casi un mes-
-¿qué? ¿Por qué?-
-¿me podrías decir que es lo último que recuerdas?-
-... nada-
-¿recuerdas a Edward?-
-si, es tu prometido-
-¿recuerdas a mama?-
-por supuesto-
-bebé...- dijo conteniendo las lágrimas - hace casi un mes saliste con mamá y papá y tuvieron un accidente-
-¿qué? ... ¿donde están?- comenzando a removerse en la cama.
-mamá y papá fallecieron... en el instante...-
-... oh, o sea...-
-bebé fuiste un milagro, saliste volando por el parabrisas, los doctores dicen que algo debió haber amortiguado tu golpe pues solo estas lastimada... y... y que estuviste inconsciente un tiempo pero eso es todo-
-es todo...- se quedo anonada -eso es todo... ¿eso es todo?... ¡¿eso es todo?!- dijo al borde de la histeria.

El duelo duró un tiempo, la pérdida de la familia es muy difícil y aún que esmeralda no quería casarse inmediatamente... eso no era un problema la pequeña Coral se encontraba sola... ahora sí estaba sola... mientras la mayor de las Coral le pedía que se fuera con ella al viejo continente, ella simplemente no podía.

-¿qué haremos con la casa?- dijo ahogando un sollozo -mi casa-

La más grande de las Hermanas Coral vio la manera de que la más pequeña de fuera con ella a Inglaterra, simplemente el hecho de estar sola la dejaba más a merced de que tomarán decisiones por ella, también la mayor de las hermanas vio que se diera rentada la casa en la cual tantos años habían vivido, provocando que ese dinero fuera directamente a la cuenta de Elizabeth.
Un país nuevo para ella era como si el dolor que sentía fuese como un olor fétido... que tratan de ocultar con otro aroma dulce y en lugar de taparlo crean un olor feo y dulce que desearías nunca haber creado, pues lo malo se vuelve regular y lo bueno se vuelve malo.
Comenzó trabajando en una oficina en donde el jefe era Edward ya solo ese simple hecho hacia que se viera en calidad de limosnera, según ella, pues decía que solo era lastima el que la llevaran a Inglaterra y la tuvieran trabajando con el futuro esposo de su hermana, por lo que buscó inmediatamente otro trabajado tanto para alejarse un poco como para estar lo suficientemente entretenida.
Pasó un mes ahí, pasaron dos meses, pasaron tres meses, y la situación seguía igual, rutinario, se levantaba bañaba se iba a trabajar, salía a las 2:00 p.m. Llegaba a las 3:00 p.m. A su otro trabajo, llegaba a las 9:00 p.m. Al departamento de su hermana y dormía, difícilmente comía.
Sin embargo la situación exasperó a Su hermana y después de tres meses decidió que terminaría de una u otra manera esta situación y anunció que los planes de su boda estaban de nuevo en renovación.
-Elizabeth me caso en cinco meses y quiere que esté aquí para eso-
-estoy aquí- dijo la pequeña Coral.
Las hermanas conversaban en el comedor del departamento de Esmeralda.

-me refiero a que estés conmigo, cuerpo y alma... entiendo- dijo tragando su llanto -que los extrañas, yo también lo hago, pero estoy muy segura que no te quisieran ven así-
-claro... me iré a trabajar-

La mayor de las hermanas seguía con mucho dolor en su corazón pero Edward había sido ayuda idónea para su dolor pues el ya había perdido a su madre años antes de conocer a Esmeralda y él entendía completamente lo que sentía su prometida y no quería que viviera en penumbras como él lo hizo, así que hizo lo posible en evitar a toda costa la tristeza de su novia.
El primer mes fue todo un reto, al tener suficiente dinero por los dos trabajos y la renta de la casa de sus padres Elizabeth tenía dinero de sobra por lo que la persuadieron que renunciara a uno.
-renunciaré al de Edward ¿qué tal?- dijo ella tratando de provocar a su hermana.
-perfecto- dijo Edward.
-así terminando la boda podrán re contratarte ¿verdad amor?- dijo la mayor de las hermanas.
-exacto-
En todo el tiempo que Elizabeth se había quedado en Inglaterra no había hablado con nadie, no había hecho amigos ni siquiera había salido, era normal que ella fuese un poco tímida pero esto, no era normal.
-¿te gustan las rosas o los alcatraces? para los centros de mesa- preguntó Esmeralda a Elizabeth.
-rosas definitivamente- contestó enérgico Edward-
-no te estaba hablando a ti Edward- dijo irritada Esmeralda.
-no lo sé... ¿alcatraces?- mencionó la más joven.
-¡era lo que yo estaba pensando!-
Mientras Edward anotaba el tipo le Flores que pondrían en los centros de mesa Esmeralda tomaba dos folletos:
-ahora música, DJ o una banda-
-DJ- dijo Edward.
-¡Edward! Estas así de cerquita de no ser invitado- dijo Esmeralda.
-lo que ustedes dos quieran- dijo dulcemente Elizabeth -es su vida al fin de cuentas- tratando de esbozar una sonrisa.






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Espero que disfruten esta nueva historia, me ha costado un poco sacarla y vamos poco a poco, y anunció que las actualizaciones serán cada sábado, en la noche.
Anunció también que estaré usando palabras en inglés las cuales tendrán traducción en los comentarios de cada frase en otro idioma.
Dejen sus comentarios por favor, saben que me encantan leerlos y responderlos
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Mi caballero usa un Ralph Lauren [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora