capítulo 14

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La primera vez que la pequeña Coral bailó en un público grande, su corazón no dejaba de latir de felicidad, su sonrisa era genuina y se sentía completamente cálida, quizá había sentido algo similar... pero quizá se negaba a admitirlo.

-hola Lizz-
-hola Tom-

El padrino saludaba a la pequeña Coral, pero ella estaba completamente inmersa en su libro, él se sentó justo frente a ella, el sacó su teléfono mientras pretendía ver su teléfono, sus mensajes y pendientes, pero cada segundo él levantaba la mirada para observar a Elizabeth, pero ella estaba permanecía inmersa en su lectura, aunque algo en él le decía que la pequeña Coral sentía su mirada, pues se sonrojaba sin razón alguna y no habían cruzado miradas, lo que él no sabía es que la Elizabeth si lo estaba viendo, ella levantaba la vista cada que él volvía la mirada a su teléfono, por lo que ella solo atinaba a arreglar su cabello, Mientras esperaban a la futura novia.

-ok, Lizzie- dijo Thomas saliendo de su lugar y sentándose a un lado de ella -no puedo evitar ver que te sonrojas de la nada-
-¿qué?-
-¿recuerdas esa... chispa?-
-...si- aún que dudó un poco al contestar, lo hizo con seguridad.
-bueno, pasa que no puedo evitar mirarte... y sentir que necesito abrazarte...-
-ok, lista... Tom, ¿Edward viene contigo?- dijo interrumpiendo.
-no, ¿es que a caso viene retrasado?-
-por lo que veo sí, le llamaré para estar segura que está bien-

La mayor sacó su teléfono de su bolsa y se dirigió a su cuarto. Inmediatamente Tomás dirigió la mirada a la pequeña de la coral era una mirada que la hacía sonrojar completamente así que comenzó a resguardarse en la acción de guardar cosas, Tom lo notó, por lo que le pasó un libro al azar el cual se encontraba en la sala, ella lo guardó sin pensar, le pasó una libreta de notas junto al teléfono del departamento y ella lo guardó, siguió pasándole cosas al azar hasta que su bolsa se llenó de ellas.

-¿que?- se preguntó a sí misma.
-lo siento- soltó dando una carcajada divertido.
-te burlas de mi- dijo un poco irritada.
-lo siento, pero ¿en qué momento vas a verme a la cara?- dijo acercándose.

La pequeña hermana comenzaba una lucha interna, una parte de ella quería ser osada y dar el primer paso, pero otra parte tenía miedo, solo que ella no lo sabía... por lo qué el padrino atinó a acercarse sigilosamente, lo más lento que fuese posible, ella sentía como su respiración se acercaba cada segundo...

-ok, Edward ya está abajo- dijo interrumpiendo -Tom ¿te irás solo?-
-no se, tu te irás con Eddy ¿no es así?-
-si... ¡Lizzie! ¿Te puede ir con Tom? Es un viaje largo a la Hacienda-
-¡no!- dijo inmediatamente -no, digo... tienes razón es un viaje largo... solo déjame arreglar mi bolso- dijo resignada.
-porque tienes el teléfono del departamento en tu bolsa-
-larga historia-

El lugar perfecto para casarse no estaba a cuatro horas de Londres en un pueblo tan hermoso donde la familia de Edward tenía un Cottage, pero al ser grande para una boda pero pequeña para los invitados, había un hotel no muy lejos de ahí, en el cuál podrían quedarse para luego trasladarse al cottage, la pequeña Coral aún no lo había visto, pero estaba muy emocionada por cómo era descrito por Edward como una casa típica de las novelas de Austen, rodeada de un jardín verde y un lago hermoso que descansaba a un costado...

-no querías viajar conmigo ¿por que?
-no es eso... solo tengo un poco de miedo-
-¿es a caso el mismo miedo?-
-supongo-

Después de unos 15 minutos de camino ella sabe cómo y mediata mente tu libro, escudándose detrás de él, en cuanto ella comenzó a leer el libro el busco un lugar para apartar, ella se dio cuenta inmediatamente.

-¿que sucede?-
-nada importante- dijo estacionando su auto.
-solo me acordé que traía algunas cosas... ¿me ayudas?-
-claro- dijo cerrando y guardando su libro.

Dónde bajaron, el clima era muy bonito, una tarde sin sol y de viento ligero un poco templado, el padrino abrió la cajuela pasándole a la chica un bote de agua y una barra energética de frutos rojos.

-¿ves ese árbol? Vamos para que el sol no queme tanto- dijo avanzando

La pequeña ya se encontraba algo nerviosa, se sentía intimidada por este chico de altura formidable y de ojos hermosos, esos ojos que la dejaban taciturna.
El chico la llevo hasta la sombra de un árbol sentándose y jalando su mano delicadamente para que ella también se sentara.

-el clima es magnífico-
-ya sé que intentas Tom- dijo sin pensar.
-¿disculpa?- dijo divertido -¿que crees que intento?-
-no lo sé...- y tomando valor habló -me miras mucho y eres muy encantador, me miras con tus ojos hermosos y no me dejan pensar-
-¿tienes algunas problema con mis ojos?-
-¡claro! ¿No los has visto? Son muy azules- dijo lo último sintiéndose apenada.

El sonrió y se sonrojó también, ella jamás lo había visto de ese lado de las circunstancias, le precio extremadamente encantador.

Mi caballero usa un Ralph Lauren [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora