— Soobin, estarás bien. — quiso tranquilizar Yeonjun, que estaba revisando sus recientes heridas. Después de tanto llorar y gritar, el menor se encontraba agotado; simplemente sollozaba quedito, sin muchas ganas.— Eso fue aterrador.. — suspiró él, con la mirada dolida — Ya no quiero estar aquí, me da miedo.
Miedo.
Yeonjun sabía que Soobin no pudo haber dicho esa palabra tan a la ligera, su compañero estaba aterrado.
Pero, ¿quién no lo estaría? Estaban en una clase de metro, tierra abajo. Mientras corrían se lo habían encontrado y lo vieron como la mejor solución para huir de ese insecto gigante. Ahí posiblemente no les haría daño, pero nuevamente tenían miedo de salir. Sabían que no podían morir, pero sus instintos de supervivientes eran mucho más fuertes que el hecho de saber que prácticamente eran inmortales.
— ¿No me veo tan mal? — susurró él, a penas moviendo la boca. A Yeonjun le causaba una clase de corazonada ver al otro chico así, de alguna manera se preocupaba por él. Había desarrollado un afecto hacia él, después de todo seguía siendo un humano. (O eso quería pensar)
— Por supuesto que no — le contestó entonces, con una leve sonrisa– Eres guapo naturalmente.
— ¿De verdad crees eso? – Preguntó casi de inmediato, con los ojos brillando. Parecía que algo de esas palabras le había emocionado.
— Claro — Yeonjun decidió no mentirle — Desde la primera vez que te miré supe de lo apuesto que eras. No necesitas esforzarte, eres guapo. Pero ya sabías eso, ¿cierto?
Al voltear a la dirección del otro chico, notó que él estaba completamente rojo, como si hiciera muchisimo calor.
— No.. en realidad no. — contestó entonces, a penas susurrando. — Jamás me había importado tanto que alguien me dijera que soy guapo.
Eso hizo que el rubio tragara saliva, casi ahogándose. ¿Qué quería decir con eso? ¿Había sido un simple comentario al aire?
— Buenooo, pues ahora debería importarte, todos pensarían que lo eres. — dijo él, para cambiar de tema — Ya casi termino, permanece quieto. — anuncia entonces, pues estaba limpiando las heridas ajenas para que no se infectaran, después las cubriría con tela.
— Pero solo me importa si lo piensas tú.
Fue como si le hecharan agua encima. No sabía a qué estaba jugando, y al mismo tiempo no quería terminar sabiéndolo. Soobin era como una pequeña caja de sorpresas que solía sacarlo de quicio frecuentemente, pero eso hacía que le temblaran las manos.
Y como no supo qué decir, se quedó callado.
Su mente se había quedado en blanco, y a decir verdad, se negaba a responder cualquier cosa que le habría dicho su acompañante, así que se limitó a mirar sus heridas con cuidado.
— ¿Cómo.. cómo es que te quemaste de esta manera? Fue solamente agua, a mí no me hizo ningún efecto — se cuestionó al fin, estando en calma y a salvo. Soobin parecía incluso más sorprendo que él, pero su mirada parecía perdida y decepcionada por el comentario.
— No lo sé, Yeonjun. Hay muchas cosas que no entiendo de este lugar.. y ya no sé si me gusta estar aquí — confesó, y Yeonjun pudo ver un brillo triste en sus ojos — Pero no sé si me gustaría volver, de todos modos, tú estás aquí, perdiendo el tiempo. Tú.. tienes una vida que vivir, y todavía no sabemos que diablos debemos hacer para salir de aquí, ¿Qué harás sí te quedas aquí para siempre?
Era una pregunta aterradora. No lo sabía.
Estaba seguro de que se volvería loco, desquiciado, perdería la cabeza e intentaría matarse una y otra vez para revivir nuevamente. Se veía así, aunque notaba que ya no tenía tanta desesperación como el día en el que llegó ahí.

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𝐒 𝐏 𝐘 𝐍 𝐊 𝐄 𝐄 𝐑 | 𝒀𝒆𝒐𝒏𝒃𝒊𝒏
FanfikceEn otoño del 2016, por el norte de América, Choi Yeonjun es obligado a casarse a la corta edad de dieciocho años para enriquecer a su familia, sintiéndose ferozmente infeliz hasta que pasan tres años; su esposa está embarazada, y siente la necesidad...