𝐒 𝐏 𝐘 𝐍 𝐊 𝐄 𝐄 𝐑 | 𝒀𝒆𝒐𝒏𝒃𝒊𝒏

- Capitulo 4

Choi Soobin.

¿Quién era Choi Soobin? Un jóven desinteresado por vivir, quizá. Sus sueños, pesadillas y pasiones indescifrables eran lo único que se sabía de él, no había nada más.

Él vivió una gran parte de su vida en Londres, en donde básicamente tuvo que reeducarse por la  la cultura y el idioma. Sus padres eran científicos, cada quien con su propia especialidad, esperanzados de que  su único  hijo siguiera los mismos pasos, cosa que resultó ser muy diferente. Soobin no se interesaba en nada de eso.

– Mamá, ¡quiero ser activista! — dijo una vez, a sus cortos nueve años. En ese momento sus padres le solían comprar demasiados libros sobre diversos temas para que el pequeño Soobin pudiera interesarse, uno de ellos era uno que trataba acerca de personas que cambiaron al mundo de alguna manera con cualquier azaña ; el niño había leído de muchos activistas que lograron mucho y él quería ser uno también.

La expresión de su madre fue negativa ante aquellas palabras.

— Debes concentrarte en tus estudios, Soobin — le contestó ella, con cara amargada, el pequeño niño borró la sonrisa de sus labios rápidamente.

— Pero..

— Nada de eso te llevará lejos, hijo. Aparta esa idea, es idiota. — contestó interrumpiendo. Entonces fue cuando Soobin supo que no era buena idea.

"Debes hacer algo para aportar enserio al mundo"  Le habían dicho una vez.

Para ellos el "vivir correctamente" era aportar algo con verdadero valor según ellos. Como descubrir, conocer y ayudar a la gente haciéndolo para toda la vida, nada más.

Para ellos no existían las fiestas, los tiempos libres, nada de eso. Ellos tenían una mentalidad muy extraña acerca del concepto de vivir y se aferraban suciamente a eso, no tenían cabeza para otra cosa.

Soobin fue creciendo con eso, tuvo que aprender a aguantarlo. Estudiaba sin parar solo para sentirse aceptado por sus padres, intentaba algún tipo de habilidad con lo que ellos querían que fuera, pero nunca logró algo con eso, algo que los sorprendiera de verdad.

Un diez no era suficiente, tenía que ser un veinte. Siete horas seguidas estudiando tampoco lo eran, quince eran pasables para ellos.

Su vida solo fueron estudios, estudios, y más estudios. Todo el tiempo.

Eso en realidad no era lo único que solía afectarle, siempre hubo algo más terrorífico que eso.

Eunwoo, su hermano fallecido, aquel tema conversación que sus padres siempre sacaban cuando podían.

Soobin fue una parte crucial para la muerte de este, fue un ser que básicamente fue la esperanza por mucho tiempo a causa de las circunstancias en las que su mayor había muerto, por la manera en la que su corazón había dejado de latir.

Eunwoo, antes incluso de que Soobin naciera, era un niño ejemplar.

Era estudioso, inteligente, aplicado y bueno solucionando problemas. Era todo lo que sus padres siempre habían deseado. Era todo eso en una sola persona.

A sus ocho años ya había ganado varios reconocimientos, premios y demás a causa de su inteligencia.  Por parte del Colegio, por parte de muchos lados, era un niño imparable.

Todo sucedió cuando Soobin cumplió dos años de edad, cuando Eunwoo tenía trece. En ese momento estaban en casa muy pacíficamente, siendo cuidados por la  niñera que sus padres contrataban en lo que estaban en el trabajo, para entonces era muy acostumbrado eso.

Soobin no podía recordarlo pero a veces soñaba con eso. Los disparos comenzaron a sonar de repente, una alarma escandalosa comenzó a escucharse.

Sus padres se lo habían comentado, lo que había pasado había sido un tiroteo en el edificio.