— Yo estaba en la cocina, después me puse a ordenar cosas. Después de un rato no escuché que estuvieras aquí, así que me preocupé. — contó Yeonjun, poniéndole leche a su café.Soobin recién había despertado de su desmayo. Aún estaba asustado, pero menos que antes. Estaba asimilando la posibilidad de que se hubiera dormido, y que todo hubiera sido producto de su imaginación. Puede que el dolor de su cuerpo se deba a otra cosa muy distinta.
— Desapareciste de repente. Busqué por todos lados, no te encontraba. Pensé que estarías molesto conmigo, pero por un largo rato no te encontré. Después, estabas aquí, durmiendo en el suelo. Lo que sigue ya lo sabes. Eso fue lo que pasó.
— Creo que.. soñé que sucedía otra cosa — confesó Soobin.
Todo se quedó en silencio por un momento.
— Soñé que te morías.
Yeonjun lo miró directamente a los ojos en aquel momento. Tenía los labios entreabiertos, probablemente estaba sorprendido.
— ¿Cómo me moría? — preguntaba más serio.
— Te suicidaste. Te apuñalaste. — le dijo.
El otro chico lo miró con una sonrisa leve.
— Sabes que yo nunca podría quitarme la vida. Fue solamente un sueño, Soobin. No hay nada de que preocuparse. — prometió.
Por algún motivo, Soobin quería creer que lo que había visto era real.
— ¿No te sentiste decepcionado cuando te dije que yo me había suicidado antes de llegar aquí? ¿Que tal vez nosotros estemos muertos justo en este preciso momento, aquí?
— Cuando me lo dijiste, lo primero que pensé fue en que probablemente sí estemos vivos — le sonrió.
Eso no fue lo que pasó.
— ¿Entonces por qué te deprimiste y te enojaste conmigo? ¿Por qué no querías perdonarme entonces? — le preguntó, evidentemente molesto.
— Soobin, eso jamás pasó.
Eso era mentira.
— Te animé y te dije que no habría porqué preocuparnos por eso — Dijo Yeonjun — ¿No lo recuerdas?
Soobin simplemente no podía creer aquello. Pensaba que Yeonjun estaba bromeando, pero se veía tan serio. Tenía ganas de vomitar.
— ¿Soobin?
— Ah.. no es nada — no se había dado cuenta de que se había centrado tanto en sus pensamientos — Supongo que lo recuerdo mal, entonces.
Yeonjun le acercó una caja de sushi congelado.
– Anda, necesitas comer.
A la hora de dormir, Soobin se fue a una habitación y solamente se recostó en la cama. Durante todo el día Yeonjun actuó extrañamente despreocupado. Normalmente era un paranoíco, y aunque no hubiera visto lo mismo que él había visto, sabiendo que no estaban en una dimensión normal probablemente se hubiera espantado. Pero no sucedió.
Tuvo muchas dudas, y durante toda la noche se la pasó pensando en eso. Seguía queriendo pensar en que probablemente lo había soñado, pero recordar el cuerpo sin vida de Yeonjun le daba escalofríos, y no solo eso; el hecho de que estaba actuando extraño, no como él lo haría normalmente. Estaba teniendo mucho miedo al respecto.
Cuando el cielo comenzaba a pintarse de un celeste extraño, Soobin decidió levantarse e ir a buscar a Yeonjun.
Realmente lo extrañaba.
Tuvo que recorrer unas cuantas habitaciones con los pies descalzos antes de encontrarlo.
Cuando ubicó su habitación simplemente abrió la puerta y corrió hacia la cama. Había aterrizado encima de Yeonjun.
— ¿Qué diablos..?
Soobin puso las mantas encima, abrazó con todas sus fuerzas a la persona que estaba a lado y lloró escandalosamente.
— ¿Soobin..?
Soobin se sentía exageradamente cansado, le dolía el cuerpo, pero al mismo tiempo no dejaba de pensar en todo. Si esta persona seguía siendo Yeonjun, su Yeonjun, quería consolarse abrazándolo para siempre.
En cambio, Yeonjun no se quejó como usualmente lo haría. Puso uno de sus brazos encima del cuerpo ajeno, y decidió dormir de esa manera.
Ninguno de los dos quiso levantarse hasta mucho después. El cielo cambió a verde, a rosa e incluso cambió en un rojo intenso. En esa dimensión se desconocía lo que era una hora, un minuto o siquiera un segundo. Así que, no se supo cuanto tiempo quedaron de esa manera.
Poco tiempo después, habían propuesto volver a sus investigaciones nuevamente. Yeonjun siempre iba a querer volver con su esposa de todos modos. Soobin ya se había enterado de eso.
Había sido una decisión peligrosa; la última vez que habían estado fuera habían visto personas vivas vagando por ahí. Eso era una obvia indicación de que en Spynkeer sí habían personas, y que era mejor cuidarse de ellas.
A pesar de eso, Yeonjun se encontraba motivado. Era cierto que las investigaciones habían sido divertidas, esos recuerdos siempre resultaban ser buenos. Sin embargo, a Soobin no le gustó la idea.
Alistaron todo lo que necesitarían, bajaron, y salieron por la puerta principal.
Justo al salir, Soobin sintió que la nariz le dolía. El ambiente estaba muy frío, como si te metieras a un congelador.
Yeonjun estaba actuando extrañamente optimista, eso le daba miedo. Incluso le dolía el estómago con tan solo mirar su rostro. No lo reconocía.
Comenzaron a caminar, como lo hacían antes. Por alguna razón se sentía diferente; Soobin estaba muy espantado, más de lo que hubiese querido.
Estuvo pensando en eso durante la caminata, durante todo el rato. Pensó que tal vez era un impostor, pensó que el verdadero Yeonjun estaba muerto y que este era una clase de reemplazo. Estaba tan, tan asustado de tan solo notar que ese chico no era el mismo, que probablemente le daría un paro cardíaco en cualquier momento.
— Soobin, ¿qué te parece si..? — Yeonjun notó que su compañero estaba mirando al suelo, mientras aún caminaba despacio. Sabía que normalmente estaría dando saltos y curioseando por ahí.
— Hey, ¿te duele algo? — preguntó, tomando su hombro izquierdo. Soobin saltó del susto, y lo miró con lágrimas en los ojos.
Yeonjun suavizó la mirada al notar eso.
— ¿Qué te pasa?
El otro chico no le respondió, levantó su mano y la pasó por el rostro de Yeonjun, sintiendo con atención la textura de su piel.
— ¿Por qué no te preocupas, Yeonjun? — le preguntó, con una voz que nunca antes se había escuchado en él. A Yeonjun le causó escalofríos.
— ¿De qué..?
En eso, una especie de trueno hace que detengan su conversación.
Yeonjun volteó hacia el cielo, esperando ver muchas nubes en espera de una tormenta como era natural para él, pero no había nada que indicara eso. El clima también era muy diferente, así que sabía que no debía espantarse.
Una hoja llamó la atención de Soobin en el mismo momento en el que el cielo estaba tomando un color azul metálico y oscuro, mientras el viento aumentaba su velocidad violentamente.
Tarjeta de muertes y cuerpos encontrados
Daniel Choi.
Muertes: 001
Cuerpos: 002
Dimensión: GG67
(IDIOMA ENTENDIBLE CON ÉXITO)

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𝐒 𝐏 𝐘 𝐍 𝐊 𝐄 𝐄 𝐑 | 𝒀𝒆𝒐𝒏𝒃𝒊𝒏
FanfictionEn otoño del 2016, por el norte de América, Choi Yeonjun es obligado a casarse a la corta edad de dieciocho años para enriquecer a su familia, sintiéndose ferozmente infeliz hasta que pasan tres años; su esposa está embarazada, y siente la necesidad...