En Spynkeer uno no puede morir a menos que salga de ahí. En Spynkeer llegas vivo y te vas vivo, nunca mueres dentro.
- - - - - - - -— ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué? ¿Estás acaso loco?
Soobin aún seguía soñando con aquellas palabras, con las luces luminosas del hospital. La voz que preguntaba la había reconocido como la de su madre.
— ¿Por qué lo hiciste? No tienes una mala vida, esto es demasiado. — seguía diciendo ella. Sonaba más que triste, desesperada. Era la noche en la que había intentado quitarse la vida por primera vez, pero falló desastrozamente.
Su mamá le siguió preguntando a pesar de que sabía que no estaba en sus cinco sentidos, hasta las fechas actuales Soobin no sabía como responder a sus preguntas.
Después de varias semanas se le había dado de alta, salió de ahí como si nada. Sus padres jamás hablaron con él al respecto, tal vez pensaron que jamás lo volvería a hacer, o que tal vez habría sido innecesario. Igual, Soobin tampoco quiso tocar el tema.
Si lo logro, será meramente su culpa.
Se dijo a sí mismo durante el camino de regreso a casa, a veces no creía lo irrelevante que era para sus padres, hasta llegó a creer que Jimin se preocupaba más por él. Durante toda su estadía en el hospital, ella había ido a visitarlo tres veces, con una personalidad mucho más tranquila de lo normal.
En cuanto pudo, volvió a sus clases de la universidad para no retrasarse más. Siguió la rutina como si nada, decidió continuar su vida como si aquel incidente nunca hubiera pasado.
— Oye, ¿puedes ayudarme con mis cosas? — le pidió Jimin en una mañana durante su caminata para ir a clases. Ella actuaba mucho mejor con él últimamente.
— Claro — le respondió tranquilamente, recibiendo los libros de la muchacha, al momento en el que agachó un las piernas para alcanzar estar a su altura, ella le dio un beso en la mejilla. Él se había ruborizado ligeramente.
— Vamonos — le dijo ella demasiado sonriente, comenzando a caminar como normalmente hacía, dejándolo atrás por unos segundos. Ella solía tratarlo como le venía en gana.
Así duró con ella durante más de dos años.
Tarjeta de muertes y cuerpos encontrados
Daniel Choi.
Muertes: 001
Cuerpos: 002
Dimensión: GG67
(IDIOMA ENTENDIBLE CON ÉXITO)En cuanto Yeonjun se dió cuenta de que Soobin dirigía su mirada hacia otra cosa, también decidió mirar.
— Tú.. ¿Cómo llegó eso ahí? — fue lo que el menor dijo después de un largo silencio, era demasiado evidente que un papel que decía básicamente el nombre de alguno de los dos sabiendo que eran de otra dimensión.
— ¿Eh? — Yeonjun no podía encontrar lo que Soobin tanto veía.
El chico fue y recogió el papel que tanto estaba señalando, estaba esperando comprobar que solamente era producto de su imaginación, pero cuando vió que había una foto de Yeonjun en la hoja, se le paró el corazón.
— Yeonjun.. — susurró con voz a penas audible, entonces su acompañante se acercó a él y pudo comprobar lo que había.
— ¿Qué..? Eso no puede ser, ¿de dónde salió eso?
Soobin no respondió. Tanto como él, no tenía idea.
Miró a Yeonjun y se dió cuenta que estaba demasiado pálido, ni sus labios usualmente rosados tenían color.
— Entonces era real. — dijo Soobin por fin, bajando la hoja — Moriste.
El silencio se apoderó de ellos en ese mismo segundo. En la foto que había en ese papel se encontraba Yeonjun, era evidente; pero el pelo lo tenía negro.

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𝐒 𝐏 𝐘 𝐍 𝐊 𝐄 𝐄 𝐑 | 𝒀𝒆𝒐𝒏𝒃𝒊𝒏
Fiksi PenggemarEn otoño del 2016, por el norte de América, Choi Yeonjun es obligado a casarse a la corta edad de dieciocho años para enriquecer a su familia, sintiéndose ferozmente infeliz hasta que pasan tres años; su esposa está embarazada, y siente la necesidad...