Querida Kitty:
Mi padre ya se ha retirado de su trabajo y ahora pasa mucho tiempo en casa. Imagino que ha de ser muy difícil para el sentirse inútil.
El otro día, cuándo nos paseabamos alrededor de nuestra plaza, papá empezó a hablar de un escondite. Decía que iba a ser muy difícil para nosotros vivir completamente separados del mundo exterior.
— ¿De qué hablas, padre? — le pregunté.
— Nada, hija, nada — me respondió, solo es bueno estar preparados por si los alemanes nos persiguieran. Tú sabes bien que desde hace más de un año, nosotros transportamos muebles, ropas y cosas a casa de otras gentes. No queremos que nuestro bienes caigan en manos de los alemanes, y menos aún queremos caer nosotros mismos. No los esperaremos para irnos. Podrían venir a buscarnos. Pero no te preocupes, disfruta de tu tiempo que nosotros nos encargaremos de todo.
Mi padre trataba de que no me angustiara, pero su seriedad me había preocupado mucho. ¡ Ojalá no sea necesario usar ese dichoso escondite!
Hasta pronto.
Tuya. Ana
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El diario de Ana Frank
NouvellesAna Frank era una niña judía de origen qué se refugió en Holanda junto con su familia para escapar de una terrible persecución durante esos dos años y a pesar de su corta edad, Ana plasmó en su diario, con sumo detalle y con la enorme sensibilidad d...