Primera cita

632 25 2
                                    

Cuando estaba en el hall del hotel, llamé a mis padres mientras Valery estaba en el baño.

- Oye, ya nos hemos instalado en nuestro hotel y vamos a dar un paseo por aquí. ¿Como vais vosotros?

- Pues muy bien, aún estamos liados con la reserva porque hay mucha gente pero ya nos han dicho que sin problema, tan solo debemos esperar a que se desaloje un poco el hotel para pasar y a que terminen de limpiar las habitaciones, que por cierto, si son igual de lujosas que el resto de este hotel... vamos a alucinar.

- Bueno, me alegro de que todo vaya bien. Lo dicho, Valery y yo vamos a dar un paseo y luego no se que haremos. Si no contesto el teléfono es...

- Tranquilo, no molestaremos. Si en algún momento quieres cambiar de acompañante y dejar que tu viejo se divierta con la profe...

De fondo se escuchaba a mi madre quitándole el teléfono a mi padre y golpeándole:

- Hijo, soy mamá. Pasalo muy bien. Se responsable y hagas lo que hagas ten mucho cuidado. Besitos.

Y colgó.

No pude evitar reírme de la situación y cuando Valery regresó y me preguntó le respondí:

- Te lo cuento tomando algo. ¿Que te parece?

- Estupendo.

Comenzamos a caminar y entonces se me ocurrió coger su mano. Esto a ella le pilló por sorpresa pero no pareció importarle porque sonrió al darse cuenta.

Caminamos juntos por un hermoso bulevar donde pudimos ver gente paseando a sus perros, algunas parejas paseando igual que nosotros, niños montando en bicicleta... Era un lugar fantástico y un poco mas adelante había establecimientos donde servían comida, helados, cócteles...

- Oye ¿y si tomamos algo ahí? - le ofrecí.

- Pues venga, vamos.

- Si prefieres ir a otro sitio o hacer otra cosa, por mi está bien. Contigo iría hasta al fin del mundo...

- Estás hoy muy romántico, me gusta el contraste.

- ¿El contraste? No entiendo...

- El contraste de este romanticismo de hoy y la perversión de la otra noche cuando me quitaste las bragas con la boca.

Me sonrojé al escucharlo a pesar de que ella se quedó impasible.

. Bueno, hay un momento para todo. ¿No es así?

- Si pero para ciertas cosas casi siempre es un buen momento, ¿no es así?

- Ehm... ¿Si? No se, no la comprendo muy bien, profesora.

- ¿Otra vez con lo de profesora? Muy bien, tu hazte el tonto y ya veremos si en un rato me comprendes. Vamos a tomar algo.

Cuando acabó de hablar, comenzó a andar ella sola.

- Hey, espera Valery, ¿te enojaste? No por favor...

Ella parecía ignorarme. Así que la tomé de la mano y le dije:

- Escuchame, para mi lo eres todo. Contigo he sentido cosas que nunca antes había sentido por nadie y por eso ahora soy romántico. Por eso y porque no creo que quieras que te baje las bragas en mitad de la calle y te penetre contra ese coche de ahí.

La profesora me miró sonriendo.

- Ya lo vas comprendiendo. A lo mejor en esta calle no, y no precisamente contra ese coche de ahí, pero si no estuviéramos aquí, no me importaría que me lo hicieras ahora mismo.

My hot teacher | Wayne WickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora