El restaurante

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El camarero vino a traernos las bebidas y mientras le tomaba nota del pedido a mis padres aumenté aún mas la intensidad del vibrador.

Valery gimió y corrió a llevarse el vaso a la boca para luego poder decir agitadamente:

- Dios mio, esta bebida está riquísima.

- Seguro que si - le respondí yo, obteniendo a cambio una mirada fulminante que lo decía todo.

- Mientras que el camarero viene, voy a ir un segundo al servicio. Ahora vuelvo. - mi madre se levantó rumbo al aseo y mi padre comenzó a mirar su móvil.

Entonces yo decidí ir un paso mas allá. Me abrí la cremallera del pantalón y saqué mi polla bajo la mesa. Le escribí a Valery y le hice gestos disimulados para que leyera el mensaje que le envié que decía: "Mira bajo la mesa. El resto te lo dejo a ti."

Entonces ella me respondió con otro mensaje diciendo: "Está tu padre al lado, ¿como se te ocurre?"

Un ultimo mensaje la convenció de seguirme el juego: "Sigo teniendo el poder del vibrador. ¿Quieres que se me ocurran mas cosas?"

Entonces ella soltó el móvil y tras quitarse disimuladamente el zapato, comenzó a masturbarme con uno de sus pies sujetando mi polla entre sus dos primeros dedos y se sentía demasiado bien.

Valery no se detuvo ni cuando regresó mi madre ni cuando vino el camarero. Parecía tener mucha experiencia en masturbar con los pies.

Comenzamos a comer la carne que habíamos pedido y yo le bajé intensidad al vibrador para que ella pudiera comer bien. Pero a pesar de que este vibraba un poco mas suave, seguía haciéndolo muy bien dentro del coño de Valery, que de vez en cuando suspiraba mas fuerte de lo normal para disimular el placer que estaba sintiendo.

Entonces la comida acabó con relativa normalidad (Valery de vez en cuando no podía evitar gemir un poco y yo estaba a punto de correrme en sus pies) y mis padres propusieron dar un paseo.

- La verdad es que estaría bien aunque nosotros no podemos, hemos hecho una reserva en unas atracciones privadas del parque de atracciones y ya que las hemos pagado... no estaría bien perdérselo.

- Bueno... supongo que tienes razón. De hecho, ahora que lo dices, creo que...

Valery se levantó de repente y corrió hacia dentro del restaurante.

- Me parece que le ha sentado un poco mal la comida y ha tenido que ir al baño. ¿Y si reserváis en el spa y os hacéis un tratamiento relajante de los que ofertan? Yo me quedo con Valery y depende de como se encuentre vamos al parque de atracciones o a la habitación de nuevo.

- Bueno hijo, pero si necesitáis algo, llamad.

- Por supuesto.

Entonces me levanté y fui directo al aseo de mujeres del restaurante y toqué dos veces en la puerta.

- Entra ya. - decía Valery desde el interior.

Cuando la obedecí, ella estaba completamente desnuda, sentada sobre el váter y metiéndose los dedos en el coño. En el suelo pude ver el vibrador empapado en un charco abundante de lo que parecían ser...

- Me corrí. Me he corrido y he manchado todo el suelo. Por tu puta culpa. - Me dijo ella mirándome a los ojos.

- Entonces no pasa nada si lo manchamos un poco mas. - Me dije agarrándome la polla.

- De eso nada. Eso no va a tocar el suelo, sino mi garganta.

Y allí mismo, pisando sus fluidos, Valery comenzó a mamar mi polla como si de ello dependiera su vida.

Cada vez podía sentir mas su lengua lamiendo toda mi polla, que se mojaba cada vez con su saliva.

Los ruidos que producía Valery al intentar respirar y tragar saliva al mismo tiempo que me la chupaba me estaban poniendo cada vez mas cachondo y, a pesar de que quería correrme en su boca, aún no quería hacerlo.

- Espera, para. Antes de correrme quiero follarte ese coño tan mojadito que tienes... Abre bien las piernas.

Valery se puso contra la pared y abrió sus piernas lo mas que pudo. Entonces me agaché para lamer su coño lo mas profundo que pude y saborear así esos deliciosos fluidos vaginales que tan loco me volvían.

Cuando lo hube lamido bastante, metí mi polla de golpe para hacer gemir a esa profesora tan cachonda.

- Ay joder, cuidado con como me follas. No llevas condón y no quiero tener hijos aún.

- Tu solo preocupate de gemir como a mi me gusta. - Entonces comencé a penetrarla rápido.

- Despacio... hazlo despacio.

Valery gemía mas, debía de sentir mejor la fricción de mi polla con las paredes de su coño cuando lo hacía mas despacio... Yo podía sentir su coño palpitando y mojándose cada vez mas.

- Amor... me parece que quiero un poco de esos fluidos que has dejado en el suelo pero en mi boca... Asi que preparate porque los voy a sacar a la fuerza.

- No, espera...

Que esperara otro.

Introduje dos dedos dentro de su coño y comencé a moverlos rápido mientras Valery se masturbaba el clítoris con mucha intensidad.

Cuando su respiración era demasiado rápida, abrí mi boca agachado entre sus piernas y al momento tuve la boca llena de ese delicioso jugo que mezclaba sus fluidos vaginales con su orina en mi boca... fue demasiado rico.

Entonces Valery, con las piernas temblando, se volvió a sentar en el váter y yo le introduje de nuevo la polla en la boca. La falta de fuerzas tras el orgasmo hacía que no chupara igual que antes, así que esta vez fui yo quien le metía y le sacaba la polla de la boca con rapidez y fuerza, y cuando sentí que me corría... simplemente se la llené de semen.

Y así es como ambos, exhaustos, acabamos nuestra primera cita en el restaurante y nos fuimos directos al hotel de nuevo... a descansar.

My hot teacher | Wayne WickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora