Transfusión

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Mi madre y yo estabamos en la puerta todavía, esperando a Valery que no aparecía por ninguna parte.

- Ya la he llamado cinco veces, y no contesta. ¿Le habrá pasado algo?

- A lo mejor ha tenido que ir al baño.

- Tanto si ha tenido que ir al baño como si ha ido también a la máquina expendedora, ya ha pasado tiempo de sobra como para que regresara. ¿Donde está? ¿Por qué se iría sin avisar?

De repente salió una enfermera y nos pidió que entraramos.

- La señora se va a recuperar. Gracias a la donante hemos podido estabilizarla y sus defensas se están movilizando para contener la enfermedad.

- ¿La donante? ¿Han encontrado ya una donante?

- Así es.

Subimos rápido en el ascensor y luego fuimos directos a la habitación donde se encontraba mi tía.

Valery estaba allí conectada a una maquina que le extraía la sangre y al mismo tiempo se la inyectaba a mi tía.

- ¡Dios mio! Pero chica... ¿que estás...? - comenzó mi madre.

- Tranquila, ella me necesita.

Mi madre le tomó la mano y se sentó a su lado entre lágrimas.

Así es como Valery entró definitivamente a mi familia.

Mis padres le dieron normalmente poca importancia al tema de la edad o de que fuera mi profesora. Al fin y al cabo era su profesión, hubiese dado igual si hubiera sido mi doctora, por decir algo.

Mi padre y yo salimos para que no hubiera demasiada gente dentro de la habitación y dejamos solas a las mujeres.

El tiempo pasaba y poco a poco, mi tia Lucy se recuperó. Gracias a Valery.

Poco a poco mi familia fue integrandola mas y, por tanto, comenzamos a pasar mas tiempo juntos y a tener mas citas...

Aunque siempre habrá una que recordaré con especial cariño...

My hot teacher | Wayne WickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora